El pasado 16 de septiembre Josep M. Bosch, profesor del Parc Astronòmic del Montsec, descubrió desde su observatorio particular, situado en Santa Maria de Montmagastrell, un nuevo asteroide. Después de siete días, el 23 de septiembre, y previa confirmación por parte de otros observatorios, el Minor Planet Center le asignó la denominación 2009 ST19. Tras estos siete días de seguimiento se ha podido trazar una órbita provisional y se ha visto que se trata de un asteroide del tipo Apolo. Esta clase de asteroides es potencialmente peligrosa para nosotros, ya que tienen órbitas que se cruzan con la de la Tierra.
Telescopio Joan Oró de 80 cm de diámetro con una configuración óptica de Ritchey-Chrètien a f/9,6. Es el más grande y avanzado tecnológicamente de Catalunya, un telescopio totalmente robotizado que se puede controlar desde cualquier parte del mundo a través de internet.
El 2009 ST19 es un gran asteroide, de más de un kilómetro de diámetro y ha pasado cerca de la Tierra, a unos 645.000 Km, lo que le convierte en algo muy peligroso. Es el asteroide de gran tamaño que se ha observado más cerca de la Tierra en toda la historia. Anteriormente, en 1937, el asteroide Hermes se acercó a 750.000 Km de la Tierra.
Cúpula del Parc Astronòmic del Montsec que alberga el telescopio Joan Oró.
Los primeros cálculos indican que el acercamiento más peligroso del ST19, que da una vuelta al Sol cada 3,6 años, se produciría en 2038, pero es una fecha que puede variar hacia delante o hacia atrás.
Asteroide 2009 ST19. Las líneas señalan el asteroide ST19 en esta exposición fotográfica en la que las estrellas aparecen como trazos (Josep M. Bosch 25-09-2009).
La noche del 16 de septiembre Josep Bosch estaba intentando volver a observar el cometa 137P, tras su paso por detrás del Sol, y no consiguió hacerlo. A la mañana siguiente repasó las imágenes que había tomado con su telescopio y vió que había un puntito que se movía de forma uniforme. Al ver esto mandó los datos de astrometría al Minor Planet Center, el centro de referencia mundial, y allí dedujeron que estaba en rumbo de colisión con la Tierra, pero como no se volvió a observar pensaron que era un asteroide pequeño que había caído sin consecuencias. Unos días después el objeto celeste fue avistado de nuevo por un programa de búsqueda especializado y entonces se confirmó su tamaño.
Ahora, el actual acompañante celeste, que está a menos de dos veces la distancia de la Tierra a la Luna, será observado por multitud de astrónomos aficionados a lo largo de varias semanas para refinar los datos de su órbita, y se vigilará ya para siempre, aunque se aleje la sospecha de que puede colisionar con nuestro planeta en un futuro cercano.
Aquí se puede ver un video que explica como se produjo el descubrimiento del asteroide.
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