Hace unos días visité las potabilizadoras de Barberà del Vallès, junto con mis alumnos de primero de ESO. Junto a las potabilizadoras se encuentra uno de los pozos de los que se extrae la mitad del agua consumida en la población. La otra mitad del agua se compra a la empresa Aguas del Ter-Llobregat, que la suministra desde sus potabilizadoras de Cardedeu y Abrera.
Aquí se puede ver el pozo Nicolas, que tiene una profundidad de 12 metros, un diámetro de 4 metros y permite una extracción de agua de 120 metros cúbicos por hora. Por el tubo rojo van los cables del motor de la bomba de extracción y por el azul el agua extraída. Los diferentes pozos de la localidad aprovechan capas freáticas diferentes, algunos pozos tienen profundidades de hasta 120 metros.
A continuación se puede ver la antigua potabilizadora, ya en desuso y medio desmontada. Para la potabilización se llevaban a cabo cuatro procesos, una precloración para permitir realizar en mejores condiciones los otros procesos, una decantación, una filtración en filtros de arena y una cloración final. La antigua potabilizadora que funcionó hasta el 2002 producía entre 35 y 50 metros cúbicos de agua tratada por hora. En aquel entonces el 80% del agua consumida procedía de la red de pozos de la localidad.
Del depósito de decantación se ha retirado el eje de las paletas que removían continuamente el agua.
En los tanques de filtrado, que en la actualidad no contienen arena, una red de tubos la introducía por la parte inferior y otra red de tubos la recogía filtrada en la parte superior. En la esquina superior de la fotografía anterior se pueden ver los tanques de precloración.
Una vez filtrada el agua pasaba a un depósito circular abierto de 60 metros cúbicos de capacidad.
Este es el antiguo depósito de agua. Los tres tubos verdes son los que enviaban el agua hacia el depósito principal de 8.000 metros cúbicos que es el promedio de consumo diario de la población.
Aquí se puede ver la bomba de impulsión del agua hacia el depósito principal de agua de consumo.
Pareja de tanques de filtración fina.
Vista de conjunto de la instalación potabilizadora.
Aquí se puede ver el tubo verde de entrada del agua hacia la bomba impulsora.
Debajo de este gran círculo de hormigón se encuentra el depósito principal de 8.000 metros cúbicos.
La ultima fase del proceso de potabilización es el clorado. El clorador antiguo ya no funciona, se usaba en la potabilizadora antigua. El clorador nuevo se utiliza como corrector del clorado de la potabilizadora nueva. Cada día se hacen ensayos del cloro contenido en el agua mediante reactivos que indican los valores de cloro según una gama de colores. El contenido de cloro se ha de mantener entre 0,2 y 0,8 partes por millón (ppm).
En la sala de clorado se encuentra el almacén de botellas de cloro. Cada uno de estos recipientes cilíndricos de acero contiene 50 Kg de cloro.
Vista general de la sala de clorado.
Un caudalímetro permite regular la cantidad de cloro que se inyecta en el agua procedente de la nueva potabilizadora. Normalmente no es necesario añadir nada, ya que la nueva potabilizadora dispone de su sistema propio de clorado.
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