En el libro "Les mines, les minières et les carrières", Badoureau et Grangier, Paris, 1892, se describen algunos de los más importantes yacimientos mineros de la época. Uno de ellos es el petrolífero de Bakú. Las imágenes son de una galería de fotografías de la época.
En el libro citado se informa de que el yacimiento de petróleo de "Bakou" se encuentra en la península de "Apcheron", junto al Mar Caspio, en terrenos de los periodos "néogène" y "oligocène", principalmente concentrado en las cubetas formadas por los pliegues sinclinales. Este petróleo está formado fundamentalmente por "oléfines" (Cn H2n). En opinión del señor Chesneau este petróleo se ha formado por la acción del agua sobre los materiales fundidos del centro de la Tierra. Los volcanes de barro eran corrientes en aquella época por los alrededores del yacimiento, expulsando vapor de agua, "naphte gazeux" y barro "pyriteuse".
La explotación de aquel gran yacimiento se había puesto en marcha a gran escala hacía pocos años, por aquel entonces. Para la extracción se comenzaba perforando un pozo con una máquina de "corde" o de "tige" hasta más de 200 metros de profundidad, entubándolo después con tubo de chapa de hierro. Cuando se encontraba petróleo este se extraía junto con la arena que lo acompañaba. En el caso de que el petróleo no llegase a la superficie se le extraía por medio de cubos ("jelonka") con una capacidad de 500 kilogramos de petróleo, con el fondo móvil, que se cerraba por su propio peso para poder elevar su contenido. Estos cubos se elevaban mediante cables de acero accionados por malacates de vapor.
Si se tenía la fortuna de perforar un pozo por el que salía un surtidor de petróleo a la superficie se colocaba un capuchón de fundición ("kalback") en el extremo del pozo, para dirigir el chorro hacia los depósitos.
En 1849 se extrajeron 3.340 toneladas, en 1872 24.800 toneladas y en 1886 1.850.000 toneladas. La "naphte" bruta en aquel momento valía en el lugar de extracción alrededor de 3 francos la tonelada. Se la sometía a una destilación discontinua o continua, obteniendo sucesivamente productos cada vez más pesados y menos volátiles. Primeramente se obtenían las "essences", de estas a las más ligeras se las conocía con el impropio nombre de "benzine", después se obtenía "huiles lampantes (Kérosène)" y al final los "huiles solaires". El residuo era un excelente combustible líquido llamado "astatki". Posteriormente, mediante una destilación a mayor temperatura se extraían aceites lubrificantes, que se purificaban lavándolos con ácido sulfúrico y posteriormente con sosa comercial.
En aquel tiempo se hablaba de la necesidad de unir Bakú con el Mar Negro y el Golfo Pérsico mediante oleoductos, a través de los cuales se enviaría el petróleo forzado por potentes bombas para cargar barcos cisterna de 75 metros de eslora y 8 ó 9 metros de manga, para enviar el petróleo a cualquier parte del globo. El 31 de octubre de 1890 sólo había colocado un pequeño tubo de 10 centímetros de diámetro, perteneciente a la empresa "Nobel frères" entre "Mikhaïlovo" y "Kvirill", recorriendo alrededor de 60 kilómetros, en los altos de "Sourame", para evitar los retrasos que sufrían en esta zona los convoyes de vagones cisterna, ya que las locomotoras no podían remolcar más que una pequeña cantidad de vagones en las rampas más pronunciadas de "Sourame".
Durante la Segunda Guerra Mundial una de las razones de la Batalla de Stalingrado era su valor estratégico para el control de los yacimientos petrolíferos del Caucaso.
Del libro "Les principales puissances du monde", M. Fallex/A. Mairey, Paris 1910, extraemos esta otra descripción del yacimiento:
La industria de la "naphte" extrae aceites de alumbrado como el "pétrole", grasas industriales y utiliza los residuos como combustibles (Cerca de "Apchéron", "Bakou" y las regiones de "Kouban" y "Terek". Alrededor de "Bakou" se alzan más de 1.100 torres de perforación y los vagones cisterna envían el petróleo Hacia "Batoum" o, directamente, hacia Europa a través de los ferrocarriles del sur de Rusia. En 1901 la "Caucasie" era el primer productor del mundo de "naphte", con 16 millones de toneladas, por delante de Estados Unidos. Pero las revoluciones y los conflictos entre armenios y tártaros han pasado a sangre y fuego esta rica región, llevando la producción en 1907 a las 8.463.000 toneladas.
En el libro "Geografía industrial", J. Rusell Smith, Editorial Labor S.A., Barcelona 1928 (Editado en Estados Unidos por primera vez en 1913) también se dedica un apartado al petróleo:
No sería de extrañar que el desarrollo de las instalaciones eléctricas movidas por turbinas hidráulicas, de los motores de gas y de las máquinas de vapor antiguas se viera restringido por algún tiempo por la competencia de los motores movidos por la fuerza del petróleo bruto. Al mismo tiempo que ha aumentado súbitamente la producción de petróleo, se han perfeccionado los medios de utilizar su energía. Los nuevos motores del tipo Diesel, creados en Alemania, permiten asegurar que el petróleo substituirá a los gasógenos. Este cambio podrá suministrar a una o dos generaciones una fuerza más económica, pero las generaciones futuras se verán defraudadas por falta de petróleo, cuyas existencias son aún más limitadas que las de carbón. Como nada puede en la actualidad substituir al petróleo en muchas de sus aplicaciones, especialmente en la lubrificación, es muy discutible el que el nuevo empleo del petróleo constituya una ventaja verdadera. Esta súbita acometida al petróleo como fuente de energía tuvo lugar a fines del siglo pasado, cuando este precioso fluido se empleaba para otros usos, especialmente como productor de luz.
El petróleo ha contribuido eficazmente a la propagación de la civilización mundial. Todo el mundo aprecia la luz, y la obtenida por medio del petróleo es la más universalmente conocida. Durante muchos siglos la humanidad se ha alumbrado con aceites vegetales y animales, empleándose en muchos países del Sur de Europa el aceite de oliva refinado. En el Norte de Europa y en América se empleaba con preferencia el aceite de ballena, pero la demanda de este aceite llegó a ser tan grande a mediados del siglo XIX que casi se exterminaron esos cetáceos, y el descubrimiento de abundantes yacimientos de petróleo, así como del modo de utilizarlo, vino a tiempo para evitar un retroceso a la triste luz de las velas de sebo. Las partes más pesadas del petróleo engrasan la maquinaria en todo el mundo, y los procedimientos para refinarlo han dado a conocer una multitud de productos derivados.
Aun cuando haya teorías en contra de ello, puede afirmarse que el petróleo procede de los restos de animales enterrados en los terrenos rocosos. Se acumula especialmente en las piedras arenosas, con agua y gas, éste por su mayor ligereza en la parte superior; luego viene el aceite y finalmente, en el fondo, el agua. En pequeñas cantidades y en forma de surtidores sale a la superficie, como ocurre en los yacimientos de petróleo de Rusia, donde son conocidos desde hace muchos siglos. Un siglo antes de principiar la industria del petróleo se descubrió en el Oeste de Pensilvania, viéndose los agricultores obligados a veces a colocar en los surtidores unas tablas con que desviar el aceite y poder abrevar al ganado. En 1853 una compañía empezó la extracción del aceite absorbiéndolo mediante mantas extendidas en el suelo, pero la verdadera industria data de 1859, época en que se abrió un pozo de aceite en el valle del Allegheny, del cual se recogieron 2.000 barriles de 190 litros. Cuando los barrenos perforan las capas impermeables que cubren las arenas petrolíferas, el líquido brota de la tierra por efecto de la gran presión del gas encerrado, del mismo modo que el agua carbónica sale espontáneamente de una botella. Esta fuerza expansiva, muy común en los terrenos petrolíferos, da a veces 600 barriles por hora.
Los terrenos petrolíferos más antiguos de la América del Norte se extienden por el sudeste de Nueva York, Sudoeste y Oeste de Pensilvania, Sudeste de Ohío y comarcas vecinas de la Virginia Occidental, en un territorio de 160 millas de longitud por 25 a 40 millas de anchura. La industria del petróleo es efímera comparada con las demás; ha aparecido súbitamente y su duración será muy corta. En los cuarenta años transcurridos desde su descubrimiento el primer yacimiento de petróleo llegó a tener 20.000 pozos artesianos y 4.000 millas de tubería para conducir el líquido a los tanques y a las refinerías. Pueblos de escasa importancia en otro tiempo se han convertido, gracias al petróleo, en ciudades grandes, ricas y prósperas, como las que ostentan los nombres tan significativos de Oil City, Olean y Petrolia; pero la prosperidad que proporciona el petróleo es de corta duración en todos los países.
Los continuos descubrimientos de nuevos terrenos petrolíferos en diversas partes del mundo indican, sin embargo, que el aceite puede ser un material abundante durante algunas generaciones. La naturaleza efímera de la industria del petróleo se demuestra claramente por medio de las cifras que indican la producción de los diferentes yacimientos. Véanse a continuación algunas producciones características en millones de barriles:
La fluctuación de la producción de los diferentes Estados (en millones de barriles) es igualmente significativa:
El desenfrenado y súbito afán de riqueza provocado por el hallazgo del petróleo en los primeros pozos produjo en los campos petrolíferos una actividad más febril aún que la que reina en los terrenos auríferos. Esto, unido a la rápida aparición, duración efímera, pronta reducción del rendimiento, la emigración de los habitantes y ruina de las construcciones interinas, ha dado motivo a que se compare el petróleo a una bebida alcohólica.
La importancia de América en lo tocante a esta producción ha sido debida a que en este país se han hecho los primeros descubrimientos y las primeras explotaciones, pero más especialmente a que los terrenos petrolíferos se han ido descubriendo uno después de otro. El segundo descubrimiento de importancia fue el del yacimiento de Ohío-Indiana, que cruza la parte Norte de la frontera de estos dos estados, siendo su centro Lima, Ohío.
La primera década del presente siglo ha sido testigo de numerosos descubrimientos. En 1901 el campo de Beaumont, al Sudeste de Tejas, sólo a 18 millas del Golfo de Méjico, en Port Arthur, produjo grandes cantidades de petróleo y dio a sus poseedores ingresos de millares de dólares diarios. Por desgracia, el ahondamiento de varios pozos reveló que el distrito (Spindle Top) abarcaba como cosa de media milla cuadrada. La atención se dirigió seguidamente a California, cuya producción excedió en poco tiempo a la de todos los antiguos Estados, hallándose súbitamente en competencia con la de los nuevos terrenos petrolíferos de Kansas, Oklahoma e Illinois y descubriéndose casi inmediatamente en el norte de Méjico un yacimiento mucho más productivo aún. El primer terreno petrolífero de California, situado al Sudoeste de este Estado, en realidad el origen de la ciudad de Los Angeles, se vio pronto cubierto de pozos y grúas, abriéndose pozos en el Pacífico para extraer el petróleo de las rocas debajo del agua.
Los principales campos de California son los de Santa Bárbara en el Gran Valle y tienen especial valor para ese Estado por tratarse de un líquido pesado adecuado para emplearlo como combustible en una región en que éste escasea de un modo sorprendente.
Todos los campos de petróleo americanos fueron sobrepasados, algunas veces (antes de 1900), por el único yacimiento petrolífero importante de Rusia. Existen indicios de petróleo desde Crimea, en el Mar Negro, hacia ambas laderas del Cáucaso, y a lo largo de la frontera de Persia hasta la ciudad de Merv, pero casi la totalidad de lo producida en esta extensa región proviene del pequeño yacimiento-que rodea la ciudad de Bakú, en la península Apcheron, que se prolonga hasta el Mar Caspio, cerca del extremo de la cordillera del Cáucaso. En este campo abundan los pozos naturales productores de petróleo más que en otro cualquiera y algunos de ellos han arrojado diariamente cuatro millones de litros durante varios días consecutivos, cantidad excedida por el campo descubierto en Beaumont, Tejas, al cual sobrepasó el de Méjico en 1908.
He aquí los datos de la producción de petróleo ruso en el año 1917: Bakú; 403 millones de pouds (1.000 pouds equivalen a 16 toneladas); Grozny, 94 millones; Cheleken, 1 millón; Maikop, 2 millones; Ferghana, 2 millones; Uralsk, 15 millones. Total producción: 517 millones.
El 4 de julio de 1908 se descubrió en San Jerónimo, en el Golfo de Méjico, a 17 millas al norte de Tampico, el mayor pozo de aceite del mundo. Una vez abierto, el aceite brotó con tal ímpetu que antes de poder extinguir el fuego de la caldera que alimentaba las máquinas perforadoras lo alcanzó, estallando un formidable incendio en que durante dos meses se quemaron unos 75.000 barriles diarios con una llama de 800 a 1.400 pies de altura y de 40 a 75 pies de anchura, siendo perfectamente visible para buques que se hallaban a 100 millas mar adentro y que permitía leer un periódico a 17 millas de distancia. Después-de haber perdido 3.000.000 de dólares se logró extinguir el fuego, pero el aceite manaba con abundancia tal que no pudo transportarse ni meterlo en tanques, y los propietarios ingleses pudieron aprovechar su aceite únicamente aprisionándolo en un estanque de un cuarto de milla de longitud, rodeado de muros de tierra, para evitar que se escapara como el agua. No obstante su importancia, este pozo fue superado por el número 4 de Potrero del Llano, cerca de Tuxpan, Méjico, que produjo 160.000 barriles diarios durante algún tiempo.
Las zonas petrolíferas de Méjico se suelen agrupar en cinco distritos: el de Ébano, al Oeste de Tampico; el de Panuco, con la comarca de Topila; el de Huastica, al Sur de Tampico, con los famosos yacimientos de Casiano, Cerro Azul y Potrero del Llano; el de Tuxpan, con la región de Furbero, al sudoeste de Tuxpan, y el de Tehuantepec-Tabasco, en las cercanías de Minitlán. La producción diaria de petróleo se calcula en 1.337.000 barriles. Para que se juzgue del desarrollo de la explotación petrolífera en Méjico, damos las siguientes cifras de producción: en 1912, 10.538.000 barriles; en 1916, 10.5 15.000 barriles; en 1919, 80.557.000 barriles.
Los yacimientos de Galizia, que se extienden desde el valle del río Dunajec a Bukovina, hoy forman parte del territorio de Polonia, como consecuencia del Tratado de San Germán, que ha desmembrado el ex imperio austríaco.
Rumania extrajo de sus yacimientos, en 1918, 1.200.000 toneladas, aproximadamente.
La producción del Perú en 1917 fue de 317.000 toneladas métricas, y la de 1918 se contrajo a 335,000 toneladas.
Los terrenos petrolíferos se hallan esparcidos en multitud de sitios. El segundo de Europa se encuentra en las laderas exteriores de los Cárpatos, en la provincia austríaca de Galizia y en Rumania y hay esperanzas de hallarlos en Persia y en Egipto. En Birmanía existe uno de los campos de petróleo más antiguos, que ha dado una cantidad muy constante, pero de una calidad muy inferior al de Rusia y de los Estados Unidos. Las Indias Holandesas producen algún aceite al Norte de Sumatra, al Este de Java y en Borneo, mientras el Perú posee en la costa del Pacífico, cerca del extremo Oeste del país, un campo que produce un petróleo negro muy pesado, de escaso valor para el alumbrado, pero muy a propósito como combustible para las locomotoras y máquinas de los ferrocarriles e industrias del Perú, nación harto mal dotada de carbón. Un campo que promete muy buen rendimiento es el que se está explotando actualmente en la meseta peruana cerca del lago Titicaca. La producción de petróleo en el Perú en 1909 fue de 1,25 millones de toneladas.
La escasa producción del Canadá, en la península de Ontario, que en la actualidad no llega a medio millón de barriles, ha menguado 50% en diez años a consecuencia de no haber más que un solo yacimiento, pero esto constituye una excepción en una década en que ha habido un enorme aumento en la producción de petróleo.
Esta tabla demuestra que los Estados Unidos y Rusia son los únicos países que cuentan con gran sobrante para la exportación.
Empleándose el petróleo en casi todos los países y exportándose de muy pocos, es preciso transportarlo a grandes distancias, constituyendo un problema que ha ofrecido serias dificultades el manejo de un combustible tan inflamable. Al principio se emplearon barriles, posteriormente vagones tanques de hierro que circulaban por las vías férreas y en la actualidad se transporta mediante cañerías, en donde el tráfico es muy considerable, uniéndose los campos de aceite con los grandes mercados y los puntos de embarque por medio de tubería de hierro de 3 a 6 pulgadas de diámetro. De este modo los productos del Oeste de Pensilvania se transportan en tuberías que pasan los Alleghenys hasta Nueva York, Filadelfia y Baltimore, y como las explotaciones de aceite se han extendido hacia el Oeste, las tuberías han debido prolongarse primero hasta Indiana y luego hasta Oklahoma, llegando por el Este hasta Chicago y Nueva York y por el Sur hasta el Golfo de Méjico, en Port Arthur. El petróleo de Oklahoma va en ambas direcciones, pero en su mayor parte lo hace por la vía más corta hacia los puertos del Sur. La reciente y gran producción de los campos de California ha dado por resultado la instalación de varias tuberías en dirección a la costa. Los rusos han empleado durante mucho tiempo vagones tanques para el transporte de sus productos, salvando una distancia de 600 millas entre el Mar Caspio y los puertos de Batoum y Poti en el Mar Negro, de donde se embarcaban en grandes cantidades para los puertos europeos. Para el transporte de una parte de la producción se ha establecido recientemente una tubería. El complemento natural de la tubería es el vapor tanque, que puede contener muchos millares de litros y el cual se carga dejando correr sencillamente el líquido por la tubería que llega al interior del buque.
Estos buques se ponen en comunicación con las tuberías de Port Arthur, Texas, y transportan el petróleo bruto a las refinerías de Inglaterra, Francia y España, así como de Nueva York y Filadelfia, uniéndose también con las tuberías y vagones tanques de los puertos del Mar Negro, mientras el abastecimiento del interior de Rusia se efectúa mediante vapores tanques que surcan el Mar Caspio y el Volga.
El equipo necesario para el transporte de los productos de una sola compañía, la Standard Oil Co., lo integran las partidas de la siguiente lista:
8.000 millas de tubería maestra. 75.000 millas de tubería de alimentación desde los pozos. Almacenaje de 82 millones de barriles de petróleo bruto. 10.000 vagones tanques en América. 2.000 vagones tanques en el extranjero. 60 vapores para el transporte marítimo. 12 para el comercio exterior de cabotaje. 150 vapores y gabarras en América. 3.000 estaciones tanques en América. 5.000 estaciones tanques en otras partes. (Duncan, Principies of Industrial Management, pág. 59.)
El petróleo se empleó en un principio como medio de alumbrado y posteriormente como lubrificante, pero desde los comienzos del presente siglo su uso como fuente de energía le ha dado una importancia extraordinaria. El petróleo se emplea como agente motor de tres modos distintos. Lo primero que se usó fue la gasolina, un producto del petróleo tan volátil que suministra el combustible a los motores de gas que han facilitado el enorme desarrollo de los coches y de las lanchas automóviles y de los motociclos. El motor de gasolina se emplea también en una multitud de pequeñas industrias.
El segundo empleo del petróleo como fuerza motriz, consiste en ser usado como combustible en los hogares de las calderas.
Por ser el petróleo el más rico de todos los combustibles presenta especiales ventajas para ser empleado en los buques de vapor, donde el espacio tiene importancia excepcional. Los tanques de petróleo ocupan menos espacio que las carboneras y la tripulación puede reducirse, toda vez que el flujo líquido substituye al acarreo del carbón desde las carboneras a la caldera. En muchas unidades pequeñas de la marina de guerra de los Estados Unidos las calderas se alimentan con petróleo crudo y en 1911 se decidió emplear este combustible en los nuevos buques de guerra. El empleo del petróleo bruto como combustible para los buques mercantes se ha generalizado más rápidamente y algunas corporaciones han acordado distribuir el producto entre los buques de vapor y otros consumidores, llevándolo en buques tanques, algunos de los cuales se estacionan al Oeste del Canal de Suez, después de adquirirlo en Batoum, Port Arthur o Filadelfia, mientras que otros buques evitan los pontazgos de Suez permaneciendo en los mares del Este, y en este caso se proveen en Birmania, Sumatra o Java.
En los países en que escasea el carbón y hay abundancia de aceite, éste se emplea como combustible en las locomotoras, como ocurrió en el Perú antes de 1900, donde gracias a los recientes descubrimientos de aceites pesados aumenta su empleo. Cinco sextos de las locomotoras de Rumania consumen petróleo; pero el mejor ejemplo se halla en el Sudoeste de los Estados Unidos. Los grandes yacimientos de aceite de Oklahoma y de California se hallan en los confines de una región donde el carbón es escaso. En el Sur de California el carbón para locomotoras cuesta a razón de 11 dólares la tonelada y el petróleo de los nuevos yacimientos se utilizó en seguida, alimentando actualmente las locomotoras en una red de 17.000 millas entre el Golfo de Méjico, Oklahoma, Utah y California.
Una tercera parte del producto de Rusia se emplea como combustible dentro del país.
El tercero y más reciente uso del petróleo como fuerza motriz se halla en la invención alemana del motor Diesel, motor de gas de combustión interna, que tiene la gran ventaja de permitir el empleo del petróleo bruto tal como sale de la tierra, con un rendimiento tal que con poco más de cuatro litros de petróleo, que cuesta de 0,10 a 0,15 pesetas, se obtienen 15 caballos-hora. Este invento promete asegurar al petróleo una gran importancia como combustible, mientras dure su baratura. Este motor se emplea también en Alemania alimentándolo con aceite del alquitrán obtenido en los hornos de coque y en los gasógenos.
El gas natural, el más volátil de los productos del petróleo, es el mejor y más cómodo de los combustibles y la más barata de todas las fuentes de energía. Se separa por sí mismo del petróleo como la nata se separa de la leche y lo acompaña en casi todos los yacimientos. Por espacio de muchos siglos ardió en las grietas de las rocas de los terrenos petrolíferos de Rusia, adonde desde tiempo inmemorial se dirigían en peregrinación los adoradores del fuego desde Persia. La mayor parte de este gas, más rico en calorías que el fabricado a costa de mucho gasto, se ha desperdiciado por la negligencia humana y por las dificultades inherentes a la legislación de todo nuevo problema. En 1910 el gas así desperdiciado en los Estados Unidos representaba, según los precies que rigen en las ciudades, más de medio millón de dólares diarios, y en los yacimientos americanos ha logrado una extraordinaria importancia industrial en la fabricación del hierro y del vidrio, como combustible para las calderas y como gas de alumbrado en las poblaciones. Mediante cañerías se le transporta a Pittsburg, Toledo, Cleveland y Columbres, Ohío, a Fuerte Wayne e Indíanapolis, Indiana, a Detroit, Michigan, y a otras muchas ciudades de menor importancia, habiéndose conducido recientemente hasta Baltimore. Por desgracia, la duración del pozo de gas es corta y en algunas decenas de años se extingue la producción, pero mientras existe suministra un combustible muy barato, llegándose a vender a 0'50 pesetas los mil pies cúbicos. Este recurso es uno de los factores que han contribuido a hacer del Oeste de Pcnsilvania el país del mundo más abundante en combustible. En esa región un bosque frondoso cubría montes que encerraban los magníficos depósitos de carbón del yacimiento de los Apalaches, más allá encontrábase petróleo bruto y el gas natural brotaba de los intersticios de las rocas. Hoy día el gas se ha disipado casi enteramente, apenas existen bosques, la producción de petróleo se extingue de día en día y el carbón se consume con rapidez, y por todas partes no ve el viajero más que cuadros desoladores. No es, pues, extraño que el pueblo americano empiece a preocuparse del problema de la conservación de los recursos naturales.
La composición química del petróleo crudo es muy compleja y todos los años aumenta el número de los productos comerciales que se extraen de él. La refinación del petróleo se lleva a cabo por destilación; para ello se encierra el petróleo bruto en un gran depósito donde se calienta, desprendiéndose uno tras otro los productos a medida que se volatilizan, del mismo modo que el vapor de una marmita, para ser recogidos y condensados. Algunos de los primeros productos son aceites muy volátiles que se emplean como disolvente de la goma en la fabricación de este artículo. Luego se obtiene la nafta y la gasolina, empleadas en los motores de gasolina de los botes y automóviles. La kerosina (petróleo refinado), muy a propósito para el alumbrado, es el más importante de todos los petróleos. Los aceites más pesados que vienen después se emplean como combustible y como lubrificante, siendo superiores a los aceites animales o vegetales porque no se espesan ni se vuelven pegajosos con tanta rapidez. Después de estos productos queda un residuo negro y espeso, del cual existen dos clases, una que contiene una gran proporción de parafina y que por eso se denomina «a base de parafina», y otra, con gran proporción de asfalto, denominada «a base de asfalto». Apurando aun más la refinación, estos residuos producen la parafina para las bujías, los aceites de parafina, alquitrán para techumbres y, por último, un coque duro y negro cuya cantidad puede llegar en algunos casos a 6% del petróleo bruto empleado. Cada uno de los productos citados puede, por destilaciones sucesivas, descomponerse en otros varios, entre los que se encuentran la vaselina y muchos otros ungüentos y drogas, de modo que, en total, la refinería moderna, además de la kerosina, elabora algunos centenares de productos derivados del petróleo.
El comercio americano de los productos del petróleo se halla extendido por todo el mundo. Este petróleo, de mayor poder de iluminación que el de Rusia, se envía en estado bruto a algunos de los países más importantes, como también refinado, constituyendo la kerosina para las lámparas, que se distribuye entre las demás naciones del mundo con mayor intensidad que otro producto americano cualquiera. Se exporta a Groenlandia, a Nueva Zelanda, Noruega y Madagascar, a las tribus de las colonias italianas del este de África, a la misma Italia, a España y a los mestizos de habla española de las Filipinas. Los chinos, que consideran el alumbrado como un lujo muy apreciado, importan tales cantidades de petróleo refinado de América que este producto iguala al conjunto de toda la demás exportación de América a aquel país. Las latas ordinarias de unos 20 litros de petróleo refinado de América se distribuyen en el interior de la China en lugares donde jamás han visto un rostro blanco. Los aceites pesados que se emplean como lubrificante no son tan generalmente empleados por todos los países, pero se expiden desde los Estados Unidos a casi todas las naciones donde existen ferrocarriles y funcionan máquinas de vapor. En 1910 exportaron cerca de cinco mil millones de litros de petróleo refinado para alumbrado y unos 750 millones de litros para engrase y de petróleo bruto.
El asfalto y la ozoquerita no son esenciales para la fabricación, como el carbón, el hierro, el petróleo y el gas natural, pero los damos a conocer aquí porque acompañan siempre al petróleo. Aun cuando el asfalto sólido va unido al petróleo en los yacimientos, se supone que es petróleo bruto oxidado, y esta oxidación se verifica cuando corre por la superficie y se solidifica en parte, deduciéndose a menudo de su presencia la existencia de un yacimiento de petróleo. Se le emplea principalmente en el pavimento de las calles y se obtiene en grandes cantidades en los cantones suizos de Neufchatel y Vaud, y en algunas partes de Alemania, Francia e Italia. Argel envía algunas cantidades a Inglaterra, y el yacimiento de petróleo de Méjico se conocía por su asfalto muchos años antes de ser explotado. Todos estos depósitos son de escasa importancia, siendo los mejores de todos los que se hallan cerca de la desembocadura del Orinoco, en Venezuela, y en la vecina isla de Trinidad, donde hay el famoso lago de asfalto que en la actualidad produce la mayor parte del asfalto del comercio mundial por la gran facilidad con que se recoge y embarca. El lago se encuentra a menos de una milla del puerto y los trabajadores pueden andar por su superficie y extraer el asfalto, que tiene suficiente viscosidad para reponerse en unas cuantas horas. Desde el lago se transporta fácilmente por medio de cables aéreos a los buques que, completamente cargados (123.000 toneladas en 1909), parten para Nueva York, Filadelfia, Nueva Orleans, Liverpool, Buenos Aires u otro puerto comercial.
La ozoquerita, o cera mineral, es una substancia algo parecida a la parafina, que se encuentra en varios yacimientos de petróleo y constituye la materia con que se fabrican las mejores velas. Existe en grandes cantidades en las regiones petrolíferas de Rusia, pero casi toda la que se consume en el mundo entero procede de Galizia, donde existen depósitos más ricos y de más fácil explotación que en parte alguna del mundo.
En algunas regiones, especialmente en Nueva Gales del Sur y en la parte meridional de Escocia, los aceites de parafina se encuentran en los esquistos petrolíferos de los que se extrae el petróleo para su refinación. Esta industria empezó muy modestamente en la Gran Bretaña hacia 1850, pero el producto obtenido en ese país y en Australia no ha sido suficientemente grande para evitar la gran importación de petróleo de los Estados Unidos y de Rusia.
En el libro "Géographie générale", Schrader et L. Gallouédec, Hachette, Paris 1914, encontramos esta descripción:
Desde el comienzo de su explotación moderna, en 1859, la producción mundial de petróleo ha sido la siguiente:
Admitiendo que una tonelada de petróleo proporciona tanto calor como tres toneladas de hulla, toda la producción petrolera del mundo equivaldría a 115 millones de toneladas de hulla, con un valor de unos 1.100 millones de francos.
La producción de petróleo en el mundo en 1910 es la siguiente:
Dos países se reparten la producción petrolera mundial: Estados Unidos y Rusia, en total, el 95% de la producción. Por otra parte, la producción de Estados Unidos es el triple de la rusa. Rusia tiene sus principales yacimientos de petróleo en la región del Caucaso, principalmente en la península de "Apchéron", cerca de "Bakou", en las riberas del Caspio, en donde se encuentran dos yacimientos con una superficie conjunta de 8 kilómetros cuadrados. Cerca de "Bakou" se encuentran unos 700 pozos de "naphte" y algunos de ellos han llegado a producir hasta 4.800 toneladas de petróleo por día.
Por desgracia los movimientos políticos de los últimos años han provocado el incendio de muchos pozos, haciendo descender la producción. La explotación de los yacimientos petrolíferos del Caucaso comenzó en 1872, pero ha progresado, incluso más rápidamente que en los Estados Unidos, debido a que el petróleo se encuentra casi en la superficie. Basta con perforar un pozo de 40 ó 50 metros de profundidad para conseguir un chorro más o menos potente. Uno de estos pozos proporcionó al principio unas 10.000 toneladas al día, lo que supone unos 150.000 francos para su propietario. Este enorme caudal no dura mucho, pero en dos meses proporciona unas 300.000 toneladas.
Hoy el petróleo ruso se exporta hacia el sur de Rusia en barcos cisterna que atraviesan el Caspio y remontan el Volga. Este petróleo alimenta la mayoría de los barcos de vapor, las locomotoras y las fábricas de esta región. Se ha establecido un tubo subterráneo entre "Bakou" en el mar caspio y Poti en el mar Negro, en donde se carga en barcos con destino al sur y este de Europa.
En el libro " Les russes dans l'Asie centrale et le chemin de fer transcaspien : voyage à Merv", Edgar Boulangier, Hachette (Paris) 1888, aparecen unas tablas con la producción de petróleo en Bakú en el siglo XIX.
Desde la anexión de Bakú por parte de Rusia, entre 1801 y 1872 la extracción y procesado de petroleo se realizó en régimen de monopolio por el señor Mirzoeff. El monopolio se abolió en 1872, lo que trajo como consecuencia el aumento de la producción. La empresa de los hermanos Nobel comienza a funcionar en 1876.
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