Según las previsiones, en 2020 España carecerá de 1,9 millones de profesionales altamente cualificados. Las empresas requerirán de perfiles muy especializados que no van a poder cubrir, una demanda que no concuerda con la oferta educativa de la que salen los profesionales. Los estudios señalan que, en los próximos años, no habrá suficientes trabajadores cualificados para cubrir las necesidades laborales. Parece una paradoja que con el elevado nivel de paro que tiene España, exista esta escasez de talento. La pregunta que habría que hacerse es: ¿están nuestros jóvenes estudiando lo que demandarán las empresas en un futuro no muy lejano?
Según un estudio de Randstad, España será en 2020 uno de los países europeos con mayor desajuste entre la formación de sus profesionales y las necesidades empresariales.
Por otra parte, la cuarta revolución industrial, impulsada por la digitalización y la impresión en 3D, acarreará la supresión de 5 millones de empleos en cinco años en las mayores economías mundiales, según un informe del Foro Económico Mundial (WEF) divulgado este lunes.
Esos fenómenos provocarán "grandes perturbaciones no solamente en los modelos empresariales sino también en el mercado laboral durante los próximos cinco años", afirma el WEF, organizador del Foro de Davos que se iniciará el miércoles en esa ciudad de los Alpes suizos.
La cuarta revolución industrial transformará la economía mediante la combinación de diversos fenómenos ya existentes, como el internet de las cosas y los Big Data.
Este año será el de la fábrica 4.0. El cambio tecnológico más importante en décadas. Con ella llega la cuarta revolución industrial. Auspiciada por tecnologías como las impresoras 3D (que podrán fabricar casi cualquier objeto a medida), el Internet de las cosas o el universo Big Data. El mundo dejará atrás la máquina de vapor de agua (James Watt, siglo XVII), la producción en cadena (Henry Ford, siglo XX) y las tecnologías de la información (finales del XX). De hecho, la irrupción de esta experiencia interconectada cambiará desde la logística a la relación de las empresas con los clientes.
Clic, semillas de amaranto. Clic, dos de nueces. Clic, plátano. Clic, tres de chocolate. El usuario entra en la empresa online Mymuesli, y, con solo 18 ingredientes, puede combinar su muesli hasta de 566 mil millones maneras distintas. El pedido se imprime en la fábrica y el propio producto va pidiendo a cada expendedora de comida cosas distintas. "Va de Internet al paquete de manera personalizada". Esta fábrica inteligente es para Wolfgang Wahlster (Saarbrücken, 1953), asesor científico de la canciller alemana Angela Merkel y director del Centro de investigación alemán de inteligencia artificial, el ejemplo perfecto de la cuarta revolución industrial que ha ayudado a empujar en su país de origen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario