La nieve se forma cuando el vapor de agua se condensa a temperaturas suficientemente bajas, a menudo en torno a una partícula sólida (Nucleador) que ayuda a que se adhieran las moléculas de agua, y se convierte en un cristal de hielo. Por lo tanto, lo más importante para la fabricación de nieve es disponer de agua y unas temperaturas ambientales bajas.
Se consiguen mejores resultados si se añade al agua algún tipo de nucleador, normalmente proteínas ("ina proteins") procedentes de la bacteria Pseudomonas Syringae, lo que permite utilizar agua no tan fría. El agua procedente de los embalses se enfría en torres de refrigeración, para que su temperatura sea de uno a dos grados sobre cero. Este agua se lleva a los cañones a una presión de hasta 85 bares.
Toberas de un cañón de nieve. Las exteriores son las del agua con nucleador y las interiores de agua atomizada.
El aire comprimido tiene tres funciones, por una parte atomiza el agua, es decir, divide el chorro en pequeñas gotas. El aire también impulsa las gotas para que lleguen más lejos y las enfría, mientras se van desplazando. El aire, al comprimirse, cede calor al ambiente y al volver a salir por las toberas del cañón de nieve se expande y absorbe calor, enfriando el agua atomizada.
Con las mejores condiciones ambientales se puede fabricar nieve, pulverizando agua a presión, sin utilizar aire comprimido. De la misma forma, algunos cañones de nieve utilizan ventilador y otros no. El uso del ventilador permite lanzar la nieve más lejos y cubrir áreas mayores, además de prescindir, a veces, del aire comprimido.
Torres de refrigeración para enfriar el agua.
Para ayudar a que el agua se convierta en nieve antes de llegar al suelo se utilizan, a veces, torres metálicas sobre las que van montadas los cañones. Si el agua no tiene tiempo de formar nieve antes de caer al suelo se acabará congelando en el mismo, formando una capa de hielo.
Bombas de alta presión para impulsar el agua.
Una vez formada la nieve artificial se extiende de forma conveniente con máquinas de cadenas, para el acondicionamiento de pistas de esquí.
La empresa DEMAC fabrica varios modelos de cañones de nieve y los diferentes elementos que completan la instalación. El modelo EVO dispone de 20 boquillas para agua con nucleador y 44 boquillas para agua pura. Puede producir 19 metros cúbicos de nieve por hora, consumiendo 320 litros de agua por minuto. Dispone de dos ventiladores coaxiales, con cuatro posiciones de salida de agua y diez modos de producir nieve. El ventilador tiene una potencia de 11 Kw y el compresor de 4 Kw. Para proteger sus sistemas incorpora un equipo de calefacción de 2,5 Kw de potencia. Este cañón de nieve mezcla el aire comprimido y el agua en su interior, antes de expulsarlos por las toberas, aunque hay cañones que disponen de toberas separadas para el agua y el aire comprimido.
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