En esta casa vivieron mis abuelos y nació mi madre. Hoy es una ruina que tiene el tejado hundido y amenaza con llevarse consigo las paredes.
Todo comienza con unas tejas que se mueven o se rompen con la nieve o el viento. El agua que entra moja la madera y esta se tuerce y al final se pudre. El tejado se deforma y las tejas se mueven aun más, dejando entrar agua en grandes cantidades.
El peso de la estructura del tejado y las tejas retuercen las paredes y las hacen caer.
En el interior de la casa se acumula mucha humedad y esto facilita el crecimiento de árboles.
Las raíces de los árboles y de otras plantas colaboran en los trabajos de destrucción del edificio.
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