Este invierno, aquí en España, en todo el Norte ha nevado mucho, como hacía tiempo que no nevaba. El temporal de frío y nieve que azotó todo el norte entre el 31 de enero y el 8 de febrero ha sido la mayor nevada de los últimos años, desde la que se registró en 1985 y comparable a la de enero de 1953. En algunas zonas de la montaña se llegaron a acumular hasta seis metros de nieve debido a la dureza del frente polar y a la ventisca.
Quitando nieve de los tejados en Prioro.
En Castilla León las máquinas quitanieves acumularon más de 7.000 horas de trabajo, extendiendo más de 4.000 toneladas de sal, recorriendo 44.227 kilómetros en las tres provincias del norte.
En esta fotografía se puede ver el acceso a Candín, en el Valle de Ancares, después de una de las últimas nevadas del mes de febrero.
En el Puerto de Pajares los trenes estuvieron parados más de cinco días. El tráfico ferroviario entre Asturias y León se suspendió la madrugada del 4 de febrero, tanto para trenes de viajeros como de mercancías a causa de la nieve. En la zona entre León y Puente de los Fierros (Asturias) se registraron acumulaciones de nieve de entre 70 y 100 centímetros sobre el carril. La compañía estableció un servicio de trasporte por carretera para pasar el puerto de Pajares.
Adif mantuvo activo su Plan Director de Medidas Invernales en la línea, trabajando cuatro locomotoras quitanieves con cuñas, así como personal para la exploración de vía y labores de limpieza, con el fin de restablecer la circulación ferroviaria lo antes posible.
Fuera de esos sucesos extremos, "yo he pasado por Pajares con nieve como la de estos días, que llegaba más arriba de las ventanillas de los coches, como si fuera un pasillo", comenta Juan Carlos Lora, maquinista y secretario del sector ferroviario de CC OO en Asturias, que añade: "Eso sí, el tren era del material convencional de los expresos y con máquina diesel".
Material convencional significa coches o vagones individuales, en lugar de trenes articulados como los que predominan en Renfe en la actualidad. Dichos coches eran, además, mucho más altos que un tren como el Alvia Talgo, que para ganar en estabilidad y comodidad es mucho más bajo, pero resiste peor la nieve en la vía.
Por otra parte la acumulación de nieve sobre la vía obligó a suspender la circulación ferroviaria entre las estaciones de Cistierna y Balmaseda, el 5 de febrero, en el corredor Bilbao-León. El 24 de enero la Guardia Civil ya había tenido que auxiliar a los pasajeros de un tren que quedó atrapado en el apeadero de Campohermoso, entre La Vecilla y León.
Estos trabajadores de la antigua FEVE, expalan nieve en las vías de la estación de Matallana de Torio. Detrás de ellos la casa de mi abuela, medio hundida.
En la noche del 5 de febrero, el Ejército rescató a 160 personas que quedaron atrapadas con sus vehículos en el punto kilométrico 119 de la A-67, a la altura del Pozazal y Mataporquera. Todos los ocupantes de los vehículos fueron trasladados hasta Reinosa y alojados en el hotel Vejo, que pese a tener ocupadas todas sus habitaciones habilitó varios salones y la cafetería para acogerlos.
Hasta donde la memoria de los ferroviarios alcanza, nunca había padecido Asturias un bloqueo ferroviario de cinco días en el paso de Pajares, exactamente de cinco días y seis horas, ya que Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), comunicó a las 12.15 horas del día 9 de febrero que se restablecía el tráfico entre León y Puente de los Fierros.
¿Acaso han sido las nevadas de este año las más fuertes en los 130 años de existencia de este paso ferroviario, inaugurado en 1884? Desde luego, en los últimos cien años no ha habido precedentes y sólo existe un caso comparable: la conocida como "nevadona" de 1888, con varias oleadas de temporales de nieve desde el 14 de febrero hasta el 22 de marzo, y con un alud que derrumbó el puente de Matarredonda y arrasó cuatro casas del pueblo de Pajares (10 fallecidos y 60 reses muertas).
El suceso de 1888 lo evoca Javier Fernández, director del Museo del Ferrocarril (Gijón), que también rememora uno más cercano, en las nevadas de enero de 1981, cuando un TER (Tren Español Rápido) de la Ruta de la Plata Gijón-Sevilla quedó bloqueado en Villamanín durante 13 horas con 328 viajeros a bordo, hasta que intervino el Grupo de Montaña de la Guardia Civil. En esa fecha, siete trenes y 1.500 viajeros sufrieron la interrupción de la línea.
El 13 de enero de 1981 la mitad norte de España, Castilla la Nueva e incluso algunas zonas de la Meseta sur como Albacete, se encontraban «sepultadas» por la nieve caída durante el fin de semana. El fenómeno trajo consigo hechos tan dispares y curiosos como el nacimiento de un niño dentro de una ambulancia en el alto del puerto de la Paramera, la incomunicación de cien aldeas en Lugo y 150.000 personas en Santander, o el caos sufrido por el tráfico en Madrid. En Cataluña, el temporal afectó básicamente a Girona y Barcelona.
Otra de las grandes nevadas, que dejó incomunicada Asturias por ferrocarril, fue la de 1954. Treinta locomotoras de Renfe fueron empleadas en despejar el paso por Pajares donde habían quedado atrapados varios trenes.
A continuación se puede ver un camión con cuña en Villamanin en 1953.
En la siguiente fotografía se puede ver el camino Reinosa-Nestares en la nevada de 1954.
A continuación se pueden ver dos vídeos de las nevadas de 1954.
De nevadas de principios del siglo XX podemos ver las siguientes imágenes. La primera es la de una portada de ABC que muestra los trenes detenidos en La Robla por el temporal de nieve el 14 de febrero de 1909.
En enero de 1918 el tren correo de Madrid estuvo detenido 11 días en la estación de Reinosa por las nevadas.
De todas formas, si queremos ver mucha nieve también nos podemos ir a la carretera Tateyama-Kurobe, en Japón.
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