lunes, 18 de noviembre de 2024

El naufragio del África

El 12 de enero de 1920, el transatlántico francés Africa, perteneciente a la Compagnie des Chargeurs Réunis, se hundió frente a la costa, a unos cuarenta kilómetros entre Les Sables d'Olonne y la isla de Ré. Hubo 568 víctimas y 34 supervivientes. Esta tragedia quedó eclipsada por los acontecimientos de la época. La Primera Guerra Mundial habia acabado hacía dos años y causó 20 millones de muertos. Por otra parte pocos días después se produjo la elección sorpresa de Paul Deschanel como Presidente de la República. 

El viernes 9 de enero de 1920, el Africa emprendió su 58.º viaje después de cinco semanas de importantes trabajos de mantenimiento. Salió de los muelles de Chartrons, en Burdeos en su viaje hacia Dakar. Apenas tuvo tiempo de llegar a mar abierto. La noche del 12 al 13 de enero de 1920, el "Afrique" naufragó frente a la costa de Vendée. 

Dos días antes, el sábado 10 de enero, el día después de la salida, los mecánicos informaron al capitán de una pequeña vía de agua mientras el barco navegaba por la Gironda, pero no pudieron encontrar su origen.

El agua continuó entrando y, el domingo 11 de enero, el capitán decidió dirigirse más al norte, hacia La Rochelle, para reparar el casco y desembarcar a los pasajeros enfermos, pero una fuerte tormenta agravó la situación y rápidamente las bodegas se inundaron. El lunes 12 de enero, la sala máquinas se llenó de agua y un primer motor se paró, poco más tarde ocurrió lo mismo con el segundo.

En esos momentos se emiten los primeros mensajes de emergencia. El transatlántico ya no tiene timón ni electricidad. Está a la deriva, hacia la peligrosa meseta de Rochebonne, frente a la costa de Les Sables d'Olonne. Algunas olas alcanzan los 14 metros e imposibilitan el rescate en el mar. En esa situación el comandante Le Dû ordena la evacuación y baja los botes salvavidas, pero los pasajeros, asustados por la altura de las olas, no quisieron lanzarse y decidieron quedarse a bordo, sintiéndose así más seguros.

En la noche del 12 al 13 de enero, un barco que hacía de faro chocó contra el casco del Africa, precipitando la catástrofe. El barco se hundió rápidamente en la meseta de Rochebonne, a 40 kilómetros de la costa de Vendée, 21 horas después de lanzar su primera señal de socorro.

Entre los ocupantes del barco se encontraban unos 130 miembros de la tripulación, cerca 300 civiles entre funcionarios coloniales, esposas e hijos de expatriados, y un poco menos de 200 fusileros senegaleses, que en realidad procedían de toda África occidental, desmovilizados, que regresaban a casa después luchar en la Primera Guerra mundial. Sólo sobrevivieron una treintena, en su mayoría oficiales de la tripulación. 

Durante varios días, incluso semanas, los cadáveres aparecieron en la costa de Vendée. La mayoría de los náufragos están hoy enterrados en el cementerio de Sables d'Olonne. 

En la isla de Ré, a la que se acede tras cruzar el puente que conecta la isla con el continente, se encuentra el cementerio que acoge los náufragos de otra catástrofe. En 1917, el transatlántico LE SEQUANA, reconvertido en transporte de tropas, transportaba a 665 personas, incluido un contingente de 400 fusileros senegaleses, hacia Burdeos. En la mañana del 8 de junio, fue torpedeado por el submarino alemán U-BOOT SM UC-72 frente a la isla de Yeu. En el desastre desaparecieron 207 personas, entre ellas 198 fusileros senegaleses. 



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