domingo, 3 de noviembre de 2024

Las inundaciones del 29 de octubre en Valencia

El 29 de octubre se produjeron acumulaciones extraordinarias de lluvia en la provincia de Valencia. Se llegaron a superar 300 l/m² en la zona entre Utiel y Chiva. En Chiva, de hecho, se recogieron 491 l/m² en solo ocho horas, prácticamente lo que puede llover en un año completo.



Turís (Valencia), 29 de octubre de 2024 

Récord de España de lluvia en una hora: 179.4 l/m². Supera los 159 l/m² de Vinaròs (Castellón) en octubre de 2018. A lo largo del día se acumuló la extraordinaria cantidad de 618 l/m² (dato provisional, pues falta la información de una hora)

Observatorio meteorológico ubicado en la urbanización Cañapar de Turís. En tres horas llovió en Turís lo que cae en un año completo. Precipitación acumulada: 618.0 l/m² Precipitación máxima en 1 h: 179.4 l/m²

Ante la primera crecida del Barranco del Poyo que se produjo en torno a las 12:30 horas del martes 29 de noviembre, el Centre de Coordinació d’Emergències de la Generalitat Valenciana emitió la alerta hidrológica. En esa alerta se advertía a la ciudadanía del peligro de acercarse a riberas y barrancos. Este peligro venía precedido por una alerta roja de la Aemet emitida a las 7:31 horas de la mañana del martes.

En las siguientes horas, los datos reflejan una disminución progresiva del caudal del Barranco del Poyo: • 12:07 h. - 264 m3/s • 13:20 h. - 120 m3/s • 14:35 h. - 55,86 m3/s • 15:50 h. - 28,70 m3/s. Estos datos no supusieron ninguna desactivación de la alerta emitida por el Centre de Coordinació d’Emergències de la Generalitat Valenciana. Son datos de medición del aforo. A partir de las 17 horas se detecta un aumento brusco del caudal del Barranco del Poyo. A las 17:30 horas alcanza el mismo nivel de aforo que motivó la alerta emitida por el Centre de Coordinació d’Emergències de la Generalitat Valenciana del mediodía. Sin embargo, esta vez las autoridades autonómicas no emitieron una nueva alerta. A las 18:55 el caudal alcanzó 2.282 m3/s, en ese momento la fuerza del agua, que venía reflejándose desde dos horas antes, acaba por arrastrar y destruir los sistemas de medición. 


Evolución de la crecida de la Rambla del Poyo el pasado martes 29 de octubre. El caudal se indica en metros cúbicos por segundo (Al valor de la escala vertical se le ha de añadir un cero).

La Generalitat valenciana decretó el nivel 2 de alerta en las comarcas de Utiel, Requena y La Plana a las 15.00 del martes 29 de octubre.

Sobre las cinco de la tarde se activó la alerta hidrológica en los distritos ribereños del río Júcar desde Algemesí hasta la desembocadura de Cullera debido al alto caudal que presentaba el río. Las lluvias que no cesaban desde la madrugada del día anterior y la gran cantidad de agua que se había vertido al cauce por parte de los barrancos y distintos afluentes, como el Magro, provocaba que se encontrase en una situación casi límite en su parte baja.

Por ello y ante la posibilidad de que se pudiera desbordar en algunos puntos, los municipios habían comenzado a poner medidas protectoras. Sueca había solicitado a los vecinos que no se acercasen a los márgenes y el personal del Ayuntamiento estaba trabajando en diferentes puntos para proteger las áreas con mayor riesgo de inundaciones. También en Albalat se habían instalado barreras en algunas calles para frenar el avance del agua si fuera necesario. Por su parte, en Cullera se estaba acumulando mucha agua pero también cañas en el transcurso por el Azud de la Marquesa hasta la desembocadura del Júcar. El Ayuntamiento de Cullera había cortado los caminos del Marenyet y de la Escollera, para evitar la circulación de vehículos y vecindario en la zona. También se había cortado el camino del Ràfol por acumulación de agua bajo del propio puente.

El desbordamiento de la cabecera del río Magro (afluente del Júcar) a causa de las fuertes lluvias registradas en Utiel y Requena o Turís; las lluvias caídas en localidades como Buñol, Chiva y Cheste, entre otras localidades, propiciando la crecida del barranco del Poyo con comienzo de desbordamiento en Chiva; o la crecida del Turia unida al propio barranco del Poyo a su paso por Torrent, Paiporta o Picanya, entre otras poblaciones, dan forma a los estragos causados por la DANA.

La crecida del río Magro afectó a las distintas poblaciones por las que discurre, Carlet, l’Alcudia, Guadassuar, hasta su desembocadura en el Júcar, a la altura de Algemesí. 


En el mapa de la Confederación Hidrográfica del Júcar se puede ver toda la zona afectada.


El 30 de octubre la pantalla del Emergency Response Coordination Centre (ERCC) mostraba este estado de la situación.


La Comisión Europea ofreció el 30 de octubre a España la posibilidad de activar el Mecanismo de Protección Civil para hacer frente a los estragos causados ​​por la DANA y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, mostró su solidaridad con las víctimas y destacó el apoyo de la UE, que ya había activado el Servicio de Cartografía Rápida de Emergencia de la red de satélites Copernicus para facilitar las labores de rescate y evaluación de daños. La siguiente imagen muestra la región antes y después de la DANA.

A continuación se puede ver una imagen del satélite Landsat del día 30 de octubre.

A continuación se puede ver una imagen del la Base de datos europea sobre fenómenos meteorológicos extremos.

Como se forma una DANA

Las precipitaciones, que llegaron acompañadas de fuertes vientos y tornados, fueron provocadas por un fenómeno meteorológico conocido como Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que afectó a una amplia zona del sur y el este del territorio español.

En unas pocas horas cayó en algunas zonas el equivalente a un año de lluvia, lo que provocó grandes riadas que arrasaron localidades enteras, dejando atrapadas a miles de personas.

El término DANA empezó a ser usado por meteorólogos españoles hace unas décadas para diferenciarlo del de “gota fría”, más genérico y que suele utilizarse para hacer referencia a cualquier situación de lluvia intensa y abundante, sobre todo cuando ocurre en la costa mediterránea de la Península Ibérica durante el otoño.

La DANA es un fenómeno en el que una masa de aire polar muy frío queda aislada y empieza a circular a altitudes muy elevadas (entre 5.000 y 9.000 metros), lejos de la influencia de la circulación de la atmósfera.

Luego, al chocar con el aire más cálido y húmedo que suele haber en el mar Mediterráneo, genera fuertes tormentas, sobre todo a finales del verano boreal y principios del otoño, cuando las temperaturas marítimas son más elevadas.

Crea un entorno intensamente inestable, y ahí es donde el aire se eleva. Muy rápidamente permite que las nubes de tormenta realmente vuelen, ayudadas e instigadas por los vientos que golpean terrenos más altos y también se elevan. Y cuanto más altas son las nubes de tormenta, más humedad hay en ellas.

Este fenómeno puede durar varios días y viene acompañado de una bajada de las temperaturas, ambiente muy inestable y eventos climáticos extremos, como se está viendo estos días en la costa este de España.

A diferencia de un temporal común, que se desplaza hacia el este, una DANA puede permanecer varada en el mismo lugar varios días o incluso moverse hacia el oeste (lo que se denomina retrogresión), según explican desde la Agencia Española de Meteorología (Aemet).

No todas las DANAs crean condiciones climáticas extremas como las de esta última.

Su potencial destructivo aparece justamente cuando se mezclan con las cálidas temperaturas terrestres y marítimas.

El progresivo aumento de la temperatura del mar Mediterráneo facilita que se den las condiciones para que haya más energía y humedad necesarias para que se dé una DANA más potente.

Otras riadas

Memoria histórica de la inundación de la Ribera de Valencia en los días 4 y 5 de noviembre de 1864

La 'gran riuà' de 1957

El 14 de octubre de 1957, mientras la capital valenciana resistía tras tres días de una incesante gota fría, el Turia no aguantó más, se desbordó, y Valencia quedó completamente inundada. La tragedia provocó 81 víctimas mortales.

Rotura de la presa de Ribadelago

La noche del 9 de enero de 1959, tras la rotura de la presa, más de ocho millones de metros cúbicos de agua se dirigieron hacia el cañón del río Tera y, en su bajada, arrasaron el pueblo de Ribadelago, provocando la muerte de 144 personas.

Inundaciones en El Vallès en 1962

El martes 25 de septiembre de 1962, después de horas lloviendo con fuerza, la riada arrasó la comarca del Vallès Occidental (Barcelona).  Terrassa, Rubí y Sabadell quedaron sepultados bajo el agua. Entonces se contabilizaron 400 muertos.

Riada en Murcia en 1973

El 19 de octubre de 1973 el agua de la riada, casi como un tsunami, arrasó las calles de Puerto Lumbreras y Lorca (Murcia) alcanzando una altura de hasta 15 metros. Fallecieron más de cien personas 

La 'pantanà' de 1982

El 19 de octubre empezaron las primeras lluvias a lo largo de la costa mediterránea, debido a la casi estrangulación de una fuerte vaguada en altura sobre la península, la interrupción del flujo de vientos del oeste y la formación de una zona depresionaria al norte de Argel. La noche del 19 al 20 se formó un impresionante complejo convectivo de mesoescala que permaneció prácticamente estático sobre el levante, provocando un auténtico diluvio que se prolongó a lo largo del día siguiente. En 24 horas cayeron 1.121 litros por metro cuadrado en la estación de Muela de Cortes.

Llevaba horas lloviendo con intensidad sobre los pueblos de la ribera del Júcar cuando un fallo eléctrico impidió que la presa de Tous (Valencia) pudiera abrir sus compuertas para evitar el desbordamiento. La presión hizo que la presa se viniera abajo y una gran ola arrasó los municipios a su paso. Se registraron ocho muertos.

Bilbao, 1983

Bermeo, Durango y Llodio eran casi una ciudad flotante cuando, al mediodía del 26 de agosto, el runrún de que la gota fría podía acabar en catástrofe llegó a Bilbao, que, ajeno a todo, vivía su semana grande. A las siete de la tarde, la ría ya inundaba gran parte de la ciudad. Las inundaciones se llevaron la vida de 34 personas.

Biescas, 1996

El 7 de agosto, las lluvias torrenciales provocaron una crecida súbita del barranco de Arás y el agua arrasó el camping Las Nieves (Huesca). 87 personas perdieron la vida. El camping de Biescas estaba construido sobre una zona fácilmente inundable. 

Algunos estudios y simulaciones

Depresiones de baja presión y precipitaciones extremas en el este de España: clima actual y futuro

Rosana Nieto Ferreira

Este estudio presenta una climatología sinóptica estacional de las depresiones de corte (COL) que produjeron precipitaciones extremas en la región de Valencia, España, durante 1998-2018 y utiliza simulaciones con el modelo Weather Research and Forecasting (WRF) para estudiar cómo la precipitación extrema de COL puede cambiar en un clima futuro más cálido. Se demostró que las COL son las principales productoras de precipitaciones extremas en la región de Valencia, especialmente durante las estaciones de transición. Los eventos de COL con lluvia más fuertes ocurrieron durante septiembre-noviembre. Los compuestos de seis días de campos termodinámicos y dinámicos y precipitación muestran que las COL que producen precipitaciones extremas en esta región permanecen estacionarias sobre España durante 2-3 días y tienden a producir precipitaciones sobre la región de Valencia durante al menos dos días consecutivos. En los niveles bajos, estas COL se caracterizan por bajas presiones sobre el mar Mediterráneo y vientos con un componente terrestre del este que alimentan las precipitaciones. La comparación de los conjuntos climáticos actuales y futuros de simulaciones del WRF de eventos de COL que producen precipitaciones extremas entre septiembre y noviembre sugiere que, en un clima más cálido, las precipitaciones de COL extremas pueden aumentar hasta un 88 % en el noreste de España y un 61 % en el mar Mediterráneo adyacente. Estos aumentos proyectados en las precipitaciones de COL extremas en el noreste de España presentan desafíos adicionales para una región donde las inundaciones de COL ya tienen impactos socioeconómicos significativos. Además, aproximadamente la mitad de las simulaciones de eventos climáticos futuros de COL mostraron aumentos en las precipitaciones en la región valenciana del este de España. Estos resultados aportan matices importantes a las proyecciones de una tendencia decreciente de la precipitación total en la península Ibérica a medida que el clima se calienta.

Proyecciones de precipitaciones para toda Europa a escala que permita la convección con el Modelo Unificado

Esta es la primera vez que se ha utilizado un CPM para proporcionar proyecciones climáticas futuras para toda Europa. Encontramos que las proyecciones para Europa están dominadas por inviernos más húmedos en el norte de Europa con extremos aumentados. El verano es más seco en el norte y centro de Europa; la disminución de la precipitación media en Francia y Alemania es incluso más severa que para el Reino Unido. Los cambios extremos horarios de verano proyectados son mucho más moderados en Europa continental, como se muestra en las figuras 4 y 5 ; incluso hay sugerencias de que los extremos horarios de verano serán menos frecuentes en Europa central, pero este resultado no es significativo en comparación con la variabilidad de un año a otro. Si bien hay una disminución en la precipitación media para el otoño, se espera que los extremos sean más frecuentes para algunas regiones del sur de Europa (figura 4 ). Es importante destacar que encontramos que las proyecciones de precipitación extrema horaria de CPM de 2,2 km son consistentemente más altas que el GCM impulsor para todas las regiones examinadas (Reino Unido, Alemania, sur de Francia, este de España), y estadísticamente significativamente así en el Mediterráneo para percentiles "muy altos" ( ); Por ejemplo, nuestras simulaciones proyectan aumentos de más de cinco veces en eventos de más de 20 mm/h en la escala de 25 km para el sur del Reino Unido, el sur de Francia y el este de España

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