Ahora resulta difícil ponerse a imaginar una situación parecida, pero en 1887 el mundo era colonialista y España necesitaba fortalecer su maltrecha imagen de potencia europea. Fue entonces cuando el parque de El Retiro sirvió de escenario a una singular puesta en escena que llevó como nombre Exposición General de Filipinas. “Lo importante de aquella muestra consistía en enseñar la riqueza de Filipinas. Su potencial”, relata José Luis Mingote, comisario, junto a María José Suárez, de Imágenes de una exposición. Filipinas en el parque de El Retiro en 1887, un nuevo trabajo de documentación que puede visitarse en el Museo Antropológico.
"Filipinas había conquistado lauros en todas las Exposiciones internacionales verificadas en este siglo. Especialmente en las de Filadelfia y Amsterdam fueron de tanta importancia sus manifestaciones, que colocaron á nuestro Archipiélago en lugar preferente entre las colonias allí representadas. España, sin embargo, no conocía aún lo que en extranjeras tierras fué objeto de estudio y de elogios.
Las producciones de aquel fértil suelo, las obras que revelan la privilegiada aptitud de sus hijos par a las artes todas, los resultados de la influencia de la metrópoli en una colonia jamás egoistamente explotada, eran conocidas sólo entre nosotros por referencias ó de fragmentaria manera.
La idea, empero, de celebrar en Madrid una Exposición general de productos filipinos, fué iniciada ya en las Cortes Constituyentes por un grupo de Señores Diputados, anunciándola el Sr. D. Víctor Balaguer en uno de sus discursos parlamentarios.
Andando el tiempo, vino á sentarse en el trono S. M. el Rey D. Alfonso XII , de memoria tan respetable como respetada, y gracias á él surgió la idea de efectuar la citada Exposición. Tuvieron varias conferencias los Excelentísimos Sres . D. Antonio Cánovas del Castillo, á la sazón Presidente del Consejo de Ministros , y D. Víctor Balaguer.
Aquél, con la alteza de miras que le distingue y con su gran espíritu práctico, aceptó el proyecto de la Exposición como pensamiento superior, secundando la idea del Monarca . Nombrado el Sr. Balaguer Presidente del Consejo de Filipinas, cargo gratuito y honorífico, propuso la idea al Consejo, y éste la aceptó é hizo suya. El Ministro de Ultramar, Excmo. Sr. Conde de Tejada Valdosera, fué decidido y resuelto protector de la Exposición Filipina, allanando obstáculos y facilitando medios par a realizar, en toda su extensión, los planes y proyectos que le presentó el Consejo de Filipinas. Cuando la convocatoria al certamen iba á recibir la regia sanción, ocurrió la triste y llorada muerte del Monarca querido."
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