El 11 de julio el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DESA) de Naciones Unidas publicó el informe Perspectivas de población mundial 2024: Resumen de resultados.
Perspectivas de población mundial 2024 es la vigésimo octava edición de las estimaciones y proyecciones de población oficiales de Naciones Unidas. Presenta estimaciones de población desde la década de 1990 hasta la actualidad para 237 países o zonas, respaldadas por análisis de tendencias demográficas históricas. La revisión de 2024 también presenta proyecciones de población hasta el año 2100 que reflejan una gama de resultados plausibles a nivel mundial, regional y nacional.
Atendiendo a las conclusiones del informe se espera que la población mundial alcance su punto máximo a mediados de la década de 2080, creciendo durante los próximos sesenta años de 8.200 millones de personas en 2024 a alrededor de 10.300 millones a mediados de la década de 2080, y luego regrese a alrededor de 10.200 millones a finales de siglo.
En este informe el ritmo de crecimiento previsto es menor de lo que se suponía con anterioridad. Entre los factores que lo explican está la caída de la fecundidad en algunos países grandes, como por ejemplo China. A nivel global se tienen, de media, 2,25 hijos por mujer, frente a los 3,31 de 1990. Una quinta parte de los países tienen una tasa de fecundidad muy baja, por debajo de 1,4 hijos por mujer. España es uno de ellos, 1,22 previstos para 2024.
El rápido crecimiento que globalmente empezó a mediados del siglo XX —aunque en muchos países europeos comenzó antes— está llegando a su fin. Pasamos de familias muy numerosas en las que la gente moría muy joven a otras muy pequeñas y donde sus miembros viven muchos años. Esto tiene que ver con el proceso de urbanización, el desarrollo económico y social, los avances en sanidad y la incorporación de las mujeres al mundo del trabajo fuera del hogar.
Así, si la tasa de fecundidad a nivel global rondaba los cinco hijos por mujer en los años 50 y 60 del siglo XX, en los años 50 de este siglo se prevé que baje de 2,1, un valor que se conoce como tasa de reemplazo (es decir, el número de hijos que deberían tenerse para mantener el tamaño de la población, sin tener en cuenta la inmigración). Actualmente, más de la mitad de los países y áreas analizados por la ONU están en esta situación.
Mientras, a finales de los años 70, habrá más población de 65 y más años que menores de 18. Y a mediados de la próxima década, se prevé que quienes tienen 80 y más años superen a los bebés de hasta un año. Así las cosas, la edad media global sigue creciendo: desde rondar los 20 en los años 50 y 60 del siglo pasado, se prevé que alcance los 38 en los 60 de este siglo.
En este contexto, la esperanza de vida seguirá escalando. Si en 2024 se prevén 73,3 años, lo cual supone un incremento de 8,4 años desde 1995, las reducciones de la mortalidad darán como resultado que dentro de 30 años esta alcance los 77,4. A finales de los 50 de este siglo, más de la mitad de las muertes en el mundo se producirán entre personas que tienen 80 o más años. En 1995 eran el 17%.
El informe de la ONU divide a los países en tres grupos. Los que en 2024 ya han alcanzado su pico de población, los que lo harán entre 2025 y 2054 y los que lo registrarán posteriormente. En el primero de ellos hay 63 países y áreas, entre ellos, China, Alemania, Japón, Rusia y España. Representan el 28% de la población mundial. Se prevé que a lo largo de los próximos 30 años reduzcan su tamaño en un 14%.
Respecto a España, las cifras que proyecta la ONU para 2024 son algo más bajas que las publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (este año hay cerca de 48,6 millones de habitantes y la ONU calcula 47,9 millones). Porcentualmente, la diferencia no es grande, y es común que se den ligeras diferencias entre las proyecciones y las cifras de los distintos países debido, entre otras razones, a que Naciones Unidas bebe también de Eurostat, y además emplea una misma fórmula para todo el mundo en sus proyecciones.
En lo que sí hay una diferencia más sustancial es en que la ONU es menos optimista que el INE respecto a la llegada de migrantes al país en los próximos años. Según sus proyecciones, España alcanzará su pico de población este 2024, y a partir de ahí irá menguando, hasta los 44,1 millones de habitantes en 2054, y los 32,1 millones en 2100. El número de hijos por mujer, eso sí, se recuperará ligeramente, de 1,22 proyectados para 2024 a 1,38 dentro de 30 años.
En este escenario, la inmigración es fundamental, y será la principal impulsora del crecimiento poblacional en 52 países y áreas hasta 2054, y en 62 hasta 2100, entre ellos Australia, Canadá o Estados Unidos.
En el segundo grupo, el que alcanzará el pico entre 2025 y 2054, hay 48 países y áreas, que representan el 10% de la población en 2024. Aquí están, por ejemplo, Irán, Turquía, Vietnam y Brasil. Cuatro de cada 10 de ellos son de América Latina y el Caribe. La transición demográfica en la región ha sido mucho más rápida que la registrada en otras áreas. La región seguirá creciendo, pese a tener una tasa global de fecundidad por debajo de la tasa de reemplazo (1,8), y será en los cincuenta de este siglo cuando empiece a caer.
El tercer grupo, el que continuará creciendo después de 2054, está formado por 126 países y áreas, entre ellos India, Indonesia, Nigeria, Pakistán y Estados Unidos. Crecerán un 38% hasta 2054. De esos hay 73 que no se espera que alcancen el pico de población este siglo.
Obviamente, el informe refleja una gran heterogeneidad entre países. Si bien más de la mitad tienen una tasa de fertilidad por debajo del nivel de reemplazo, más de uno de cada 10 tienen tasas superiores a cuatro hijos por mujer, la mayoría en el África subsahariana.
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