Sociedad Anónima General Minera y Ferroviaria y Compañía Minera Anglo-HispanaEstas dos Sociedades, que figuran unidas por tener la primera un contrato de arrendamiento con la segunda que la permite la utilización de sus magníficas instalaciones, compuestas de lavaderos, hornos de cok y fábricas de briquetas y ovoides, son de las más florecientes que en la actualidad existen en toda la provincia.
Lleva la dirección de las mismas el conocido ingeniero francés señor Larán, uno de los primeros que empezaron a trabajar los carbones leoneses, hace ya muchos años.
La calidad del carbón explotado por estas minas da el siguiente análisis : Materias volátiles, 25/28; cenizas, 10/12 ; calorías, 8.000, el graso ; y el semi-graso, 15/18 de materias volátiles, 10/12 de cenizas, y 7.600 calorías.
La explotación, perfectamente montada y dirigida por el Sr. Miguélez, arroja un total de 4.000 toneladas mensuales, susceptibles de un gran aumento, al efecto del cual se están llevando a cabo una gran cantidad de labores preparatorias, pudiendo poner muy pronto en explotación nuevas pertenencias, de las muchas que tiene en reserva, con lo que podrá duplicar la producción sin gran esfuerzo.
Para el servicio de explotación tienen estas Sociedades una buena cantidad de vías propias, varios planos inclinados y un gran apartadero en el F. C. Hullero de La Robla a Valmaseda, con otra vía propia de cerca de dos kilómetros.Una de sus mejores instalaciones es la que tiene instalada para la fabricación de briquetas, dotada de una prensa poderosa, que hace 10.000 kilos a la hora, siendo, sin duda alguna, de las mejores existentes en España en la actualidad.
La fábrica de ovoides es también excelente. Puede hacer de unos 7.000 a 8.000 a la hora, y está dotada de dos máquinas de vapor horizontales, de unos 200 caballos de fuerza cada una.
Mas no podemos terminar esta ligera reseña sin hacer especial mención de sus magníficos hornos de cok metalúrgico, sistema Coppel, compuestos de dos baterías, que producen un excelente cok, que es muy disputado en el mercado.
El mercado más importante para las briquetas que producen estas minas, le tiene con las de ferrocarriles de España, Madrid, Zaragoza y Alicante, el Norte y ferrocarril de Soria. Los cribados y galletas, generalmente se envían a Bilbao. En la actualidad, tiene un «stock» de 2.000 toneladas en sus depósitos y bocas de mina, que en la actualidad podrá lanzar al mercado en la mejor ocasión y con la mayor economía, gracias a poseer la Sociedad General Minera y Ferroviaria excelente material ferroviario de su propiedad, lo que le permite colocar los carbones de estas minas en condiciones mucho más económicas que los de la mayoría de sus semejantes, que tienen que efectuar acarreos largos y costosos por caminos intransitables, lo que, además de encarecer el producto, lo coloca en peores condiciones de presentación.
Tal es el funcionamiento y porvenir de estas dos Sociedades, que, apoyándose una en la otra, han de realizar una de las obras más grandes y provechosas en la provincia de León.
Compañía minera Anglo-Hispana, El Mundo, 14 de septiembre de 2020
Debemos empezar esta información dedicando un recuerdo a D. Elías Miguélez, director de la Compañía minera Anglo-Hispana, de Matallana, que en nuestra visita a la explotación tuvo para nosotros atenciones sin límites, facilitándonos todo género de datos y haciendo, en suma, nuestra excursión agradable por todos conceptos.
La Compañía Anglo Hispana, de Matallana, es una de las más importantes empresas mineras de la provincia de León y tiene su domicilio social en Bilbao. Cuenta con unas 2.300 hectáreas de superficie, las cuales se hallan enclavadas en las dos estribaciones de altas montañas, sirviéndolas de línea divisoria, que casi las separa por igual, el río Torío, en las ricas zonas carboníferas de Matallana y Orzonaga, a dos kilómetros de la estación de Matallana, con ramal de ferrocarril propio hasta dicha estación y en una posición que le permite llegar a sus mismas instalaciones.
Dentro de sus pertenencias cuenta con un número muy elevado de capas de carbón, en su generalidad semigrasos. Coquizan la mayoría de ellos, produciendo un cok metalúrgico que se distingue aun entre los extranjeros por su mucha consistencia, ventaja muy digna de tenerse en cuenta para emplearlo en los altos hornos.
UNA VISTA DE LA FABRICAEl arrastre del carbón extraído se efectúa por un ferrocarril minero, vía 550 milímetros. con un recorrido de 6.000 metros, comunicándose con los pisos superiores por cuatro planos inclinados y vías interiores, en una longitud de más de 11.000 metros. Para el transporte se emplean dos locomotoras con una potencia de arrastre de 50 toneladas cada una y 400 berlinas de hierro de una capacidad de 600 kilos, las cuales llegan a un lavadero y clasificador Evard, que a su vez transporta los menudos para su lavado a un lavadera Humbold, capaz de tratar 500 toneladas diarias en sus seis cajas de pistón a feldespato, haciendo las clasificaciones de cribado, galleta, granza, grancilla y finas. El movimiento de clasificador y lavadero lo efectúa una máquina de vapor de 100 H. P.Para efectuar el transporte en mayor cantidad a un precio más reducido, de los carbones de la cuenca de Orzonaga, se tiene en estudio un proyecto de tendido de un cable aéreo en una extensión de tres kilómetros y capaz para 200 toneladas diarias.
Adosado al edificio de lavaderos, encuéntrase el destinado a depósito de menudos lavados que, mediante un puente da acceso al horno secador de carbón, que una vez tratado lo manda a la fábrica de briquetas para proceder al prensado. La fábrica de briqueta, una de las mejores de España, sistema Veillón, de doble compresión hidráulica, con prensa para elaborar briqueta industrial de 5 y 10 kilos, indistintamente, y que permite una producción de 280 toneladas cada veinticuatro horas. Tanto la fábrica de briquetas como las dobles prensas para elaborar ovoides, con una capacidad de 190 toneladas cada veinticuatro horas, son movidas por motores eléctricos de 120 y 85 H. P, respectivamente, teniendo a reserva una máquina de vapor de 100 H, P., que puede accionar indistintamente a una u otra prensa.
Cuenta con dos baterías de hornos sistema Coppeé, reformados por Bernard de doce hornos cada una, con su torre, destinada a depósito de carbones lavados, vagonetas de carga, grúas elevadoras, motor horizontal de 40 H. P.. con cadena de cangilones, elevadores de carbón a la torre de carga de los hornos, deshornadora de cremallera movida a vapor sobre carro para su traslación y cuantos efectos son necesarios para la fabricación de cok. Estos hornos son capaces de producir noventa toneladas de buen cok metalúrgico por cada cada veinticuatro horas. Para la producción de vapor cuentan con una caldera Richemond con dos calderines de 90 a 100 H. P. de potencia y una multitubular Naeyer de 140 H. P., con fogón y parrillas para calentamiento a fuego y tubería comunicada con las bases de los hornos para calentamiento por medio de los gases de aquéllos.
Para el lavado de carbones y consumo de las calderas cuenta con una concesión de agua del río Torio, que por una bomba centrífuga accionada por un motor eléctrico de 30 HP. eleva el agua a un depósito general de 160 metros cúbicos de capacidad, colocado a 20 metros de elevación sobre el nivel del río. Como reserva para la elevación de agua dispone de una bomba dúplex de dos cilindros, de absorción e impulsión y de un rendimiento de 500 a 600 litros por minuto.
Dispone de un bien instalado taller de construcciones y carpintería accionado por un motoreléctrico de 20 H.P. y máquina de 15 H.P. como reserva, con torno mecánico, máquina cepilladora, esmeriladora, punzonadora-tijera, martillo pilón, sierra circular, etc. Sus almacenes se encuentran abastecidos en gran cantidad de efectos. Debido a que el número diario de análisis a efectuar es tan numeroso, tiene un local «ad hoc» con sus hornos de muflas, balanzas y demás aparatos. La calidad del carbón explotado por estas minas da el siguiente análisis: materias volátiles, 25/28; cenizas, 10/12; calorías, 8.000 el graso, y el semigraso 15/18 de materias volátiles, 10/12 de cenizas y 7.600 calorías.
Para el servicio de esta explotación tiene la Sociedad una buena cantidad de vías propias, varios planos inclinados y un gran apartadero en el ferrocarril hullero de La Robla a Valmaseda. con otra vía propia de cerca de dos kilómetros.
Una de sus mejores instalaciones es la que tiene instalada para la fabricación de briquetas, dotada de una prensa poderosa, que hace 10.000. La fábrica de ovoides es también excelente. Puede hacer de unos 7.000 a 8.000 a la hora, y está dotada de dos máquinas de vapor horizontales, de unos 200 caballos de fuerza cada una.
El mercado más importante para las briquetas que producen estas minas le tiene con los ferrocarriles de España, Madrid, Zaragoza y Alicante, el Norte y el Ferrocarril de Soria. Los cribados y galletas, generalmente se envían a Bilbao. En la actualidad tiene un «stock» de muchas toneladas en sus depósitos y bocas de mina, que puede lanzar al mercado en la mejor ocasión y con la mayor economía, gracias a poseer la Sociedad General Minera y Ferroviaria excelente material ferroviario de su propiedad, lo que le permite colocar los carbones de estas minas en condiciones mucho más económicas que las de la mayoría de sus semejantes, que tienen que efectuar acarreos largos y costosos por caminos intransitables, lo que, además de encarecer el producto, lo coloca en peores condiciones de presentación.
La Compañía dispone de unas oficinas montadas admirablemente, con comunicación telefónica con las minas, instalaciones y demás servicios, y cuenta también con un gabinete telegráfico propio que le permite comunicarse con varias estaciones telegráficas. Todos estos servicios ocupan un hermoso local de planta baja, en el que también hay viviendas para los empleados. Además cuenta con viviendas para obreros, una excelente casa de dirección y diversidad de pequeños edificios destinados a lampistería, polvorines, etc., etc.
En la actualidad, y debido a la carencia de material ferroviario, el número de obreros empleados por esta Empresa apenas si llega a la mitad de los que en caso de normalizarse los transportes pudieran emplearse. Como ve el lector, la crisis ferroviaria impide en este caso una vez más una mayor producción de tan necesario combustible y el que encuentren trabajo centenares de obreros.
Locomotora Santa Ana
Construida por Hudswell, Clarke & Co en 1903 para la compañía minera San Salvador Iron Co Ltd para vía de 60 centímetros. El maquinista y fogonero eran los encargados de conducir la máquina, que a pesar de su imponente aspecto desarrollaba solo unos pocos caballos, suerte que el trayecto con los vagones cargados era cuesta abajo. Con una caldera tan pequeña la vigilancia del fuego había de ser contínua, para mantener la presión de vapor y no quedarse sin agua en la caldera. El pinche ayudaba en las maniobras, el enganche y el freno. El aspecto del personal nos da una idea de que el trabajo era bastante sucio entre el polvo del carbón y el aceite de engrasar los ejes y las bielas. En la actualidad pertenece al aficionado inglés Peter J. Rampton y se encuentra en Merthir Tydfil (Gran Bretaña).
www.breconmountainrailway.co.uk/
Maquinista, fogonero y pinche de la Santa Ana en 1943.
Locomotora Santa Ana en 1943.
Locomotora Santa Ana en fase de restauración.
Locomotora San Justo
Construida por Hudswell, Clarke & Co en 1903 para la compañía minera San Salvador Iron Co Ltd para vía de 60 centímetros. Esta pequeña locomotora de dos ejes acoplados disponía de un depósito para el agua encima de la caldera, disposición denominada "en alforja", típica de algunos constructores ingleses de locomotoras industriales. Entre las dos personas de la derecha vemos un gato de carraca que llevaban para volver la máquina a la vía en caso de descarrilo. El vapor se escapa por el silbato, sin duda, para realzar aun más el momento. En la actualidad esta locomotora se encuentra en Launceston (Gran Bretaña).
Locomotora San Justo en 1950.
Descargando madera en la Fabrica de Matallana, al lado de la vía de Bardaya.
Barrio de San Lorenzo
El Barrio de San Lorenzo surgió, en la década de los 50 del siglo XX, como un poblado minero situado al lado de la fábrica de La Hispana, núcleo principal de la Hullera Vasco Leonesa en Matallana.
Barrio San Lorenzo.
Allá por el año 1965, en un local de este barrio funcionó el "Centro", una academia que preparaba para el examen de ingreso en el bachillerato elemental. De aquí se transladó a la casa consistorial, en donde se comenzaron a impartir clases de bachillerato. En el año 1971 se inauguró el Instituto Libre Adoptado Virgén de Boinas, construido con fondos públicos para la mejora de las comarcas mineras.
Lavadero de Matallana a finales de los años 50.
Administrativamente dependía de los institutos masculino y femenino de León, de donde venía el profesorado para hacer los exámenes. Gracias a él pudieron estudiar muchos jóvenes de la comarca. La falta de matrícula y la competencia de los institutos de La Robla y Santa Lucía llevó a su cierre en 1975. En la actualidad el edificio alberga el Colegio Público Menendez Pidal.
Despertar en un día de primavera.
Hullera Vasco-Leonesa
El antecedente inmediato de Hullera Vasco Leonesa es la Sociedad Colectiva José Amézola y Compañía, constituida en Bilbao el 12 de agosto de 1889 con el fin de explotar las concesiones Basura, Abandonada, Competidora, Olvido, Candelaria, Sorpresa y Zarpa, situadas en La Pola de Gordón. En 1893 buscan la participación en la empresa de nuevos socios vascos, para ampliar y mejorar las explotaciones. Nace así, con una escritura firmada en Bilbao el 19 de octubre de 1893, la Sociedad Hullera Vasco Leonesa, con un capital de 1.375.000 pesetas, representada por 2.750 acciones de 500 pesetas cada una.
Según consta en el libro de José Andrés González Pedraza:
"Las distintas empresas que explotan durante el siglo XX la zona minera de Matallana de Torío confluyen en la Sociedad Regular Colectiva Valle y Díez, que nace el 28 de febrero de 1934. Los únicos socios son Emilio del Valle Egocheaga y Francisco Díez Rodríguez, con una aportación conjunta de bienes valorada en 500.000 pesetas. Emilio del Valle ya había mantenido una empresa que llevaba su nombre y aporta todos los bienes y derechos que adquiere de la anterior Sociedad Minera Anglo-Hispana (1909-1931) a través de Enrique Benito Chávarri. Por su parte, Francisco Díez llevaba años con el arrendamiento de la mina "Carmonda". La Sociedad nace con el fin de poner de nuevo en marcha explotaciones paralizadas en 1931 y 1933, a causa del excesivo coste del carbón extraído y de los contínuos agobios financieros.
Locomotora San Justo el 1 de abril de 1970.
Las minas se situan en las proximidades de Matallana de Torío, con una extensión de 2.500 Has. y un total de 46 concesiones, entre ellas: "Milagro de Guadalupe", "Mercedes", "Nuestra Señora del Rosario", "Pilar", "Nati 2ª", "Universo", "Collín", "Chimbo", "2ª Adela" y "2ª Concha". La división principal comprende tres grupos: Socavón, Picalín y Bardaya. El más importante es Socavón, donde se explota la capa "Argüeso", con una potencia media de 80 centímetros. Los carbones de los diversos grupos son transportados por un ferrocarril minero a los distintos lavaderos, y de éstos, a la estación de Matallana para el Ferrocarril de La Robla a Valmaseda. La cuenca cuenta, entonces, con numerosas instalaciones -transportes interiores y exteriores, llavaderos, talleres-, consecuencia de la inversión de sumas considerables de dinero por las diferentes empresas, a pesar de las limitaciones geológicas del yacimiento y de que las empresas han arrendado a particulares las Explotaciones.
En febrero de 1935 Emilio del Valle Egocheaga se asocia también con Alfonso Peña Murguía para crear la sociedad mercantil "Valle y Peña S.L.", sucesora de "Alfonso Peña Vea Murguía", representante de carbones. Durante la Guerra Civil, son destruidas la mayoría de las instalaciones y se paralizan los grupos Bardaya y Socavón, situados a 200 metros del frente.Durante estos años, el 98% de la producción, totalmente militarizada, se destina a la Compañía de Caminos de Hierro y a la Compañía Madrid-Zaragoza-Alicante (M.Z.A.). De las estrechas relaciones con la empresa vecina, Hullera Vasco Leonesa -La construcción del lavadero de Santa Lucía en 1935, el arrendamiento de las minas, la transferencia de cupos-, surge la adquisición de la mayoría de las acciones en 1943: el 21 de diciembre de 1943 los dos socios disuelven, de mutuo acuerdo, la Sociedad Regular Colectiva Valle y Díez, para la integración de todas sus propiedades en Hullera Vasco-Leonesa.
La S.R.C. Valle y Díez se había dedicado, además, a la contratación de obras públicas, como el Pantano de Villameca (León), adjudicado por la Dirección General de Obras Hidráulicas el 28 de febrero de 1935, y la Carretera Espinilla-Piedras Luengas, en el límite entre Cantabria y Palencia. Ambas obras pasan por numerosas dificultades. Primero son interrumpidas por la Guerra Civil y luego existen numerosos retrasos en el pago de las certificaciones."Desde 1943 la Hullera Vasco Leonesa explota las minas de la empresa SRC Valle y Díez, que en su gran mayoría son las de la Anglo-Hispana, minas que ya venía trabajando, en arriendo, desde 1939 Emilio del Valle. En años sucesivos la empresa fue adquiriendo nuevas minas.
Hasta 1955 funcionó la fábrica de aglomerados de Matallana, que producía briquetas.
El tráfico de vagones entre las minas y la fábrica de Matallana se realizaba gracias a locomotoras como la San Justo nº 4, construida por Hudswell, Clarke & Co, ó su gemela la Santa Ana, de dos ejes. En la actualidad esta locomotora está en Inglaterra en un ferrocarril turístico.
Se explica que estos trenes cargados de carbón, como que tenían tan sólo el freno de la locomotora, habían de recurrir a un sistema de frenado curioso; en los vagones iban unos cuantos pinches, que a la señal del maquinista, introducían un palo por el agujero de la rueda del vagón, frenándola en seco. Al arrastrarse la rueda sobre el rail se le hacía un plano, por lo que el rodar de los vagones producía un ruido característico. A esta operación le llamaban meter la galga.
A las locomotoras de vía metrica que bajaban los vagones desde la fábrica hasta la estación del Hullero se las conocía como las "hispaninas" y al trayecto que recorrían, la vía de "La Hispana". Esta vía también se había construido en 1892 con ancho de 55 centímetros, pero pronto se transformó a un metro. En agosto de 1971 se desmonta la vía de Bardaya a la Fábrica ( de 4.400 metros ) y de la Fábrica a la estación de Matallana ( 2.500 metros ).
El 26 de octubre de 1961 la Hullera Vasco Leonesa adquiere la mina El Oro con sus 117 trabajadores, lo mismo ocurre con la mina María el 1 de agosto de 1962 y Bisvita el 31 de julio de 1964.
En la siguiente fotografía, de los años ochenta, se puede ver el lavadero ya en desuso, construido por Talleres Obregón en 1959, y que empezó a funcionar en noviembre de 1960. El 12 de mayo de 1979 deja de trabajar, al entrar en funcionamiento el nuevo lavadero de La Robla.
Lavadero del Grupo Fábrica.
La complicación del yacimiento y la irregularidad de las capas obligó a un continuo abandono de labores desde la década del 60. Así se cierra Bisbita en el 1964, Coladilla en el 1964, Collín en el 1965, Picalín en el 1967, Bardaya en el 1970, Tabliza en el 1984 y San José en el 1985.
La experiencia acumulada durante más de cien años se utilizó para la realización del Proyecto Nueva Mina que permitirá la explotación a mayor profundidad de los sinclinales de Llombera y Matallana.
martes, 5 de octubre de 2004
Compañía minera Anglo-Hispana
La Compañía Minera Anglo-Hispana se constituyó en 1910 en Bilbao con un capital de 750.000 pesetas. Los gerentes ingleses de la compañía se establecieron en un caserón situado en Matallana, cerca de las minas, algo por encima del antiguo cuartel de la Guardia Civil, que se conocía como la "Dirección". Entre los dos pasaba el ferrocarril de via de 55 centímetros que comunicaba los lavaderos con las minas del Socavón, Picalín y Bardaya. En 1921 se construye un nuevo lavadero. La Compañía Minera Anglo-Hispana se hace cargo de las minas hasta 1931 año en que vende sus concesiones e instalaciones, ante los elevados costes de extracción del mineral que impidieron una conveniente progresión de los trabajos.
En esta foto de la fábrica de Matallana de alrededor de 1935, por tanto de la empresa Valle y Díez, se puede observar como aquí se centralizaba toda la actividad. De derecha a izquierda se ve la escombrera y el tendejón, descargue de la línea de baldes que venía de la mina Collín (Orzonaga). Detrás, el almacén. De los edificios centrales, el de atrás era la fábrica de briquetas. La vía estaba al servicio del lavadero y cargue de briquetas. A la izquierda, instalaciones de los hornos de cok, excepto el elevador de escombros del lavadero viejo y el edificio, se ve el tejado, de la caldera de vapor para la prensa de briqueta, con la chimenea, a su izquierda.
Fábrica de Matallana en 1935.
Se explica una anécdota divertida del desmontaje de los hornos de cok. Para realizar la operación habían venido unos trabajadores de la Babcock & Wilcox de Bilbao, que se alojaban en la fonda de La Estación. El trabajo lo hicieron en invierno y, una de esas mañanas en que se iban andando a trabajar, les salió un perro ladrando y al agacharse para coger una piedra, estando el suelo helado, no pudieron y tuvieron que pasar un mal rato. Después comentaban, no sabemos si con gracia o enfado, que menudo pueblo al que habían ido a parar, en el que ataban las piedras y soltaban a los perros.
Recuerdo como mi abuela explicaba que durante los años de la Primera Guerra Mundial los ingenieros franceses se tuvieron que ir a su país por que estaban en guerra (? Quizás se refería a los ingleses?).
Edificio de oficinas de la fábrica de Matallana hacia 1935.
"Documentos sobre la Anglo-Hispana de Minas en el Archivo de Hullera Vasco-Leonesa"
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