Red Eléctrica intenta prevenir un nuevo apagón
La próxima semana Red Eléctrica dispondrá de un mayor control del mercado nacional de electricidad. Será el resultado de una serie de reformas urgentes que la empresa que preside Beatriz Corredor pidió el martes al Gobierno y a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Menos de 24 horas después, los reguladores activaron su maquinaria para actualizar de forma exprés cuatro protocolos clave. El operador planteó un escenario crítico que amenazaba con nuevos cortes de suministro.
Si Red Eléctrica aplicó los protocolos y eso contribuyó a agravar la sobretensión el 28 de abril, como atestiguan todos los informes, eso significa que los procedimientos no eran los correctos. La actualización de estos documentos se ejecuta a propuesta del operador estatal, en un trámite que depende del Ministerio de Transición Ecológica y la CNMC. Red Eléctrica había solicitado años atrás revisar algunos de ellos, en concreto el procedimiento de operación 7.4 (PO 7.4), que incluye las herramientas de control de tensión. El actual se remonta al 2000. Desde 2019, su actualización quedó inmersa en una maraña administrativa que lo mantuvo seis años bloqueado. Ahora, Gobierno y CNMC han activado una vía para renovar en pocos días hasta cuatro procedimientos, incluido el 7.4.
«Bruscas variaciones de tensión en los últimos días podrían impactar en la seguridad de suministro si no se implementan los cambios propuestos». Ese fue el diagnóstico que Red Eléctrica trasladó a los reguladores. Con el antecedente de abril, ni el Ministerio ni la CNMC estaban dispuestos a correr riesgos. El problema es que con su actuación han reconocido, indirectamente, que esas herramientas para reforzar el sistema podrían haberse revisado mucho antes. "Esto va a venirle muy bien a los abogados de Red Eléctrica", convienen fuentes del ámbito legal.
Desde que trascendió el trámite de la CNMC, Red Eléctrica ha negado públicamente que los picos de tensión de los últimos días hayan supuesto un riesgo para el suministro, contrariamente a lo que indicó en sus contactos con la CNMC. Ello contrasta con la precipitada actuación de los reguladores para ejecutar una reforma integral que no solo redobla los poderes de Red Eléctrica, también va a disparar significativamente el recibo de los consumidores.
Básicamente, el conjunto de cambios que ha solicitado el operador suponen que todas las centrales estarán a su disposición, pudiendo limitar su capacidad de operar en el mercado y sus condiciones de oferta en nombre de la seguridad de suministro. Pondrá al ralentí a las renovables y podrá exigir al gas o la nuclear activarse solo para contribuir al control de tensión, sin que se aproveche su electricidad. Además, estrecha el margen de error de los generadores.
Las causas de la nueva alerta
La alerta se ha reactivado en el centro de control de Red Eléctrica tras unas semanas en las que las condiciones han sido muy similares a las del 28 de abril: baja demanda y mucho sol. Recalca el operador, además, que las centrales convencionales encargadas de controlar la tensión siguen siendo demasiado lentas para lo que necesita ahora el sistema. Por primera vez desde el apagón, la empresa que preside Corredor ha reconocido que los problemas de tensión están relacionados con la entrada masiva y concentrada en ciertas áreas del país de instalaciones renovables, principalmente de fotovoltaica.
Esta tecnología tiene unas dinámicas tan rápidas -puede pasar de cero a cien en milisegundos-, que los sistemas de control del operador no son lo suficientemente ágiles para amortiguar sus efectos en la red. Eso puede llevar a una sucesión de desconexiones como la que desencadenó el blackout.
«España no tiene escasez de generación, sino de velocidad de coordinación. La capa de control se está convirtiendo en la nueva restricción», explica Dlzar Al Kez, investigador de la Universidad de Mánchester, especializado en estabilidad de red. «La presentación de emergencia de Red Eléctrica ante la CNMC es más que papeleo, es un aviso sobre la estabilidad de la red. El operador ya no lucha contra fallos aislados, está compitiendo contra la rampa de milisegundos de la fotovoltaica. Cuando los controles se mueven más rápido que los cables, la estabilidad se convierte en un problema de coordinación, no de generación», reflexiona.
Durante años, en España se ha priorizado la consolidación de un enorme parque de generación renovable, con mucho peso de la fotovoltaica; mientras que el desarrollo de la demanda ha quedado en un segundo plano. A ello se ha sumado el despliegue acelerado de autoconsumo, instalaciones sobre las que Red Eléctrica no tiene visibilidad ni control, y que a medida que aumentan su peso también generan efectos indeseados en el sistema.
Los problemas de tensión que han aflorado este año son, como ha reconocido ya Red Eléctrica, efecto de esos desequilibrios de base. Pero cabe recordar que el despliegue renovable no ha sido arbitrario, sino el resultado de la política energética del Gobierno. También que todas esas plantas fotovoltaicas han pasado por un procedimiento de acceso y conexión en cada nudo que otorga Red Eléctrica. "Si ahora ello está llevando al sistema a una situación límite, es porque en su momento no se midió suficiente ese riesgo", apuntan fuentes del sector. Hasta ahora, ni el operador ni el Ejecutivo habían levantado la mano.
El Gobierno interviene 200 centrales eléctricas por miedo a otro apagón
Nucleares, centrales de gas y carbón e hidráulicas deberán ponerse a disposición de REE de forma inmediata si este grupo se lo exige para controlar la sobretensión en la red.
"Es una intervención en toda regla". Es la frase que ayer más se oía entre las grandes eléctricas, como Iberdrola, Endesa y Naturgy, tras la decisión del Gobierno de cambiar, de forma urgente, el procedimiento de operación del sistema eléctrico en España. Con el cambio se forzará a las grandes compañías a tener disponibles, en todo momento, sus grandes centrales a modo de parachoques contra un posible apagón.
Se verán afectadas todas las centrales con capacidad para amortiguar grandes oscilaciones de tensión, como las que se produjeron momentos antes del gran apagón del 28 de abril.
Esas centrales son las convencionales de gran tamaño. Aproximadamente son doscientas en todo el país. En concreto, afecta a las siete nucleares, más de 60 centrales de gas (ciclos combinados), cuatro centrales de carbón aún activas y más de 120 grandes hidráulicas.
La decisión se precipitó el miércoles, cuando Red Eléctrica (REE), el grupo que se encarga de la gestión de las redes de luz en España, solicitó a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que tramite por la vía de urgencia -en cinco días- una audiencia pública de su propuesta (consensuada con el Ministerio de Transición Ecológica) para cambiar algunos de sus procedimientos de operación del sistema.
El sistema no es estable
La petición de REE se realiza bajo el argumento de que la compañía -que depende de Redeia, hólding controlado en un 20% por el Estado- había detectado en las dos últimas semanas "variaciones bruscas de tensión" en el sistema español.
Esas variaciones podrían tener "impacto en la seguridad del suministro si no existen cambios", como ocurrió el 28 de abril. Aunque la tensión actual del sistema eléctrico está "dentro de los márgenes establecidos", esas variaciones "pueden desencadenar potencialmente desconexiones de demanda y generación que terminen desestabilizando el sistema eléctrico", según explicó REE a Competencia, organismo presidido por Cani Fernández.
En alerta siempre
Entre las medidas que se proponen está la de mantener en alerta permanente a más centrales con capacidad para realizar lo que técnicamente se conoce como "control continuo de la tensión". Actualmente son todas las nucleares, centrales de carbón o gas y las centrales hidráulicas y de bombeo mayores de 30 megavatios conectadas a la red de transporte de luz (la alta tensión, que gestiona REE). Además de generar electricidad de forma más estable que las renovables, esas centrales pueden absorber electricidad de la red si es necesario para amortiguar sobrecargas de tensión.
Hasta ahora, en España ese tipo de centrales podía ofrecer ese servicio de amortiguación de forma voluntaria y remunerada, bajo la modalidad conocida como "mercado de restricciones".
Este mercado lo programa REE a diario con 24 horas de antelación. El número de centrales en restricciones, o si estaban disponibles al 100%, es el nudo gordiano de la polémica sobre quién fue responsable del apagón. ¿REE por no haber programado suficientes? ¿O las eléctricas por no tener disponibles al 100% las centrales de las restricciones?
Desde el apagón, REE ha incrementado el número de centrales de soporte, para operar en "modo seguro". De las nueve que habían funcionando ese día ha pasado a unas 15.
Con la petición que hace a la CNMC, el "salvavidas" se multiplica. Solamente ayer, había acopladas al sistema 25 centrales a las que, con la nueva norma, el Gobierno podría requerir de forma automática operar bajo instrucciones de REE, independientemente del plan de las eléctricas para las centrales.
Las 25 centrales acopladas ayer eran, sobre todo, de Iberdrola, Endesa y Naturgy. El día del apagón había 40 centrales conectadas.
La norma propuesta será temporal hasta que se apruebe un cambio más amplio de la operativa del sistema eléctrico, lo que se conoce como P.O 7.4 (Procedimiento de Operación 7.4).
Choque con la CNMC
La norma aún no ha nacido y ya genera fricciones. La propia CNMC asegura que "el endurecimiento de las condiciones de prestación de los servicios podría resultar en una reducción de la oferta y, con ella, de la competitividad en los mercados, y/o resultar en un incremento del coste soportado por la demanda".
Aflora así el creciente choque de CNMC con REE y Gobierno. REE se queja de que hace dos años pidió a la CNMC reformar el P.O 7.4, una medida que la CNMC fue dilatando.
Ahora, con el respaldo del Gobierno, REE se lo exige de forma expeditiva y por la vía de urgencia.
Iberdrola
Iberdrola es el mayor grupo energético en España por capitalización, la primera eléctrica por clientes y la segunda por líneas de distribución. Es la energética con más centrales hidráulicas en España.
Endesa
Endesa, grupo controlado por la italiana Enel, es la mayor eléctrica española por kilómetros de líneas de distribución y la segunda en clientes. Recientemente adquirió grandes hidráulicas a Acciona por mil millones.
Naturgy
Naturgy es la tercera eléctrica por clientes y por líneas de distribución (heredadas de Unión Fenosa). Es la eléctrica con más centrales de ciclo combinado, que usan gas para su funcionamiento.
El PP reactiva en el Congreso el frente político del apagón
El PP va a pedir la comparecencia en el Congreso de la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra Transición Ecológica, Sara Aagesen, y también de la presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, y de la CNMC, Cani Fernández, para que den explicaciones sobre el riesgo de apagón que puede seguir habiendo en España.
El vicesecretario de Economía y Desarrollo Sostenible del PP, Alberto Nadal -que fue secretario de Estado de Energía con el Gobierno de Mariano Rajoy-, ha criticado que "seis meses y 800 millones después" del apagón peninsular del pasado 28 de abril nadie haya "asumido responsabilidades" y ha asegurado que cuando su partido gobierne "no va a haber más apagones", porque "se volverá a un sistema eléctrico sensato".
Nadal se refiere a los seis meses transcurridos desde el corte masivo de luz y al coste extra que está teniendo la operativa en "modo seguro" de REE para evitar nuevos colapsos de luz. Según Nadal, el sistema tiene que estar basado "en lo que han sido los tres principios fundamentales que nunca debían haberse abandonado: seguridad de suministro, una política medioambiental sensata y unos costes lo más bajos posibles para empresas y familias".
Según Nadal, la inestabilidad del sistema eléctrico "está asomando como una amenaza para todos", sin que la presidenta de la CNMC, la presidenta de Red Eléctrica ni la vicepresidenta tercera del Gobierno "hayan dado ninguna explicación ni hayan encontrado solución".
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