Red Eléctrica limitará a partir de este miércoles la entrada de electricidad renovable para evitar sobretensiones en la red de alta tensión.
Con ello Red Eléctrica de España (REE) espera que a pesar del gran volumen de energías renovables se pueda asegurar el control de la tensión del sistema eléctrico español a partir del primer trimestre de 2026, cuando entre en vigor el nuevo Procedimiento de Operación 7.4, recientemente aprobado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
La ministra de Transición Energética, Sara Aagesen, avaló ésta instrucción que supondrá el aporte de menos energía eólica y fotovoltaica, con el consecuente perjuicio económico para las empresas de electricidad renovable. "Queremos la mayor penetración de renovables, pero siempre y por encima de todo está la seguridad del suministro", ha afirmado la vicepresidenta.
Casi medio año después del apagón del 28 de abril, Red Eléctrica sigue introduciendo modificaciones en la forma de operar el sistema eléctrico para evitar una sobretensión como la que lo tumbó aquel día, orientadas siempre a incrementar la generación con energías síncronas y, en algunos casos fósiles, como con gas natural, y reducir la electricidad de origen renovable. Es lo que sucederá con su última instrucción, que entrará en vigor este miércoles, para ralentizar hasta los 15 minutos la velocidad a la que plantas fotovoltaicas y eólicas pueden verter electricidad a la red de transporte, porque la corta capacidad de reacción que existía hasta ahora —de dos minutos— generaba un "problema" de sobreproducción y "sobretensión".
Esta Orden de Red Eléctrica se ha hecho llegar a las centrales de generación eléctrica con energía renovable para modificar las denominadas rampas de subida y bajada, es decir, el tiempo que debe pasar entre que, por ejemplo, una planta fotovoltaica pasa de no producir a producir al 100%. Como la eólica, este tipo de tecnologías renovables tienen la capacidad de reaccionar de forma muy rápida a una orden del servicio de ajuste de Red Eléctrica, el que en cuestión de minutos pide más generación para hacer frente a la demanda. Sin embargo, esta ventaja se convierte ahora en un "problema", lamentan fuentes del sector, porque provocan una entrada excesiva en la red eléctrica, que puede dar lugar a sobretensiones.
Para evitarlo, el operador ya no permitirá que parques eólicos o fotovoltaicos reaccionen en solo dos minutos a una petición para producir electricidad, sino que deberán esperar 15 minutos, algo que en el sector advierten de que provocará que haya menos cantidad de tecnologías renovables produciendo electricidad, lo que puede afectar también a los precios.
A pesar de ello, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, ha avalado este lunes la decisión de Red Eléctrica, a quien ha dicho que corresponde "buscar cuáles son los mejores mecanismos para garantizar un buen funcionamiento en todos y cada uno de sus parámetros". "El establecimiento de esas rampas tiene que ver con dotar al sistema de más seguridad y yo creo que lo más importante es que puedan reaccionar rápido", ha dicho tras reunirse con los agentes sociales para hablar del Pacto de Estado contra la Emergencia Climática.
Otra consecuencia que ya anticipa el sector es que esta prolongación de los plazos en los que se permitirá reaccionar a los parques eólicos o fotovoltaicos hará que algunos queden fuera de acudir a las medidas de ajuste de Red Eléctrica, que en muchos casos representan buena parte de sus ingresos, más cuando recientemente se ha aumentado la frecuencia con la que pueden impartirse estas consignas, de una hora a cada 15 minutos.
Red Eléctrica niega categóricamente esta previsión y asegura que la eólica y la fotovoltaica no quedarán fuera de los mercados de ajuste y podrán seguir participando en ellos "perfectamente".
Además, en el sector renovable se contempla esta nueva medida como otra limitación a la generación renovable que empezó tras el apagón y hoy se mantiene con la llamada operación reforzada por parte de Red Eléctrica, que consiste en programar la víspera más producción con tecnologías síncronas para garantizar un respaldo más robusto frente a eventuales sobretensiones. Si esto se viene haciendo desde el 29 de abril -y ni en Red Eléctrica ni en el sector energético le ven el fin de momento-, la modificación de las rampas supondrá reducir la generación eléctrica con renovables a tiempo real, indican las fuentes.
Según explican fuentes de Red Eléctrica, estas nuevas "consignas de rampa" se activarán a partir del miércoles con el objetivo de "reducir las dinámicas rápidas que se originan cuando cambia muy rápidamente la producción de plantas basadas en electrónica de potencia", es decir, eólicas o fotovoltaicas, frente a las tecnologías síncronas de los ciclos combinados, la hidráulica y las centrales nucleares. En el operador recuerdan que están previstas en la ley desde 2020, que era posible utilizarlas en cualquier momento, como ya se hizo en 2024. Sobre esta cuestión temporal, fuentes del sector renovables apuntan que entrarán en vigor el 8 de octubre pero no se sabe hasta cuándo, como ocurre también con la operación reforzada, otra medida con la que Red Eléctrica emplea más gas, nuclear e hidráulica para producir electricidad desde el apagón, también en detrimento de la generación renovable.
El MITECO presenta la actualización de la Estrategia española de Descarbonización a Largo Plazo (20 de diciembre de 2024)
Este documento estratégico propiciará que España reduzca, a más tardar en 2050, sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 90% en comparación con los niveles de 1990
La vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, ha anunciado este jueves, en el marco de la presentación del Inventario Nacional de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a la atmósfera el lanzamiento de la consulta pública previa para actualizar la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo (ELP 2050). Esta Estrategia, que marca la senda para alcanzar la neutralidad climática a 2050, fue aprobada en Consejo de Ministros en el año 2020 y ahora se actualizará para incorporar los avances producidos en los últimos años en nuestro país, en materia de descarbonización de la economía.
“Tenemos que poner las luces largas, no podemos pensar solo en el aquí y en el ahora, tenemos que pensar en cuál es nuestra visión en el largo plazo, a dónde queremos llegar en el año 2050. Por eso, porque anticiparnos es maximizar oportunidades, hoy vamos a sacar una consulta pública previa de la Estrategia a Largo Plazo”, ha anunciado Aagesen.
Alineados con objetivos ambiciosos
En 2019, la Unión Europea actualizó sus objetivos climáticos con el Pacto Verde Europeo, incrementando el compromiso de reducción de emisiones hasta el 55% a 2030 y estableciendo como meta para 2050 la neutralidad climática, en línea con el Acuerdo de París. Posteriormente, la Comisión Europea presentó el paquete legislativo «Objetivo 55», que revisa la normativa clave del sector energético para garantizar el cumplimiento de las ambiciosas metas.
En línea con estos avances, el 24 de septiembre el Consejo de Ministros remitió a la Comisión la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, 2023-2030 (PNIEC). Este segundo PNIEC, con objetivos más ambiciosos, se fija como meta lograr una disminución de emisiones del 32% respecto a 1990 en el año 2030.
Tras estos cambios y avances normativos, y dada la voluntad y la necesidad de que exista un claro alineamiento entre la ELP 2050 y el PNIEC, Aagesen ha anunciado la apertura de la consulta pública previa para la actualización de la Estrategia. Una Estrategia, ha apuntado la vicepresidenta, “que tiene premisas tan importantes como hacer una economía moderna, que sea competitiva y que también sea climáticamente neutra en el año 2050, como todos nos comprometimos en París”.
Las emisiones GEI caen en 2023
Aagesen ha anunciado la consulta pública durante la presentación del Inventario Nacional de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero a la atmósfera, en el que se recoge una reducción del 7,6% en 2023, con respecto al año anterior. En total, el nivel de emisiones supone una reducción del 38,1% respecto a 2005 y del 5,8% respecto a 1990. Además, la cifra de emisiones brutas de GEI a nivel nacional en 2023 (270 millones de toneladas de CO₂-eq) es la más baja de toda la serie histórica desde 1990.
Esta reducción significativa de nuestras emisiones se produce en un año con un crecimiento económico significativo —el PIB creció un 2,7% en 2023 con respecto al año anterior—. “España da ejemplo en 2023 de que es posible desacoplar el crecimiento económico de las emisiones de GEI”, ha subrayado la vicepresidenta durante la presentación del inventario.
En cuanto a las emisiones de GEI, sigue siendo el transporte el principal emisor, constituyendo el 32,5 % de las emisiones en términos de CO2-equivalente, seguido de la industria (18,6 %); el sector agrario y ganadero (12,2 %); la generación de electricidad (11,4 %); el consumo de combustibles en los sectores residencial, comercial e institucional (8,5 %), y la gestión de residuos (5,1 %).
En lo referente a las emisiones procedentes de la generación eléctrica, en los últimos años se aprecia un descenso acusado: -72,5% en 2023 respecto a 2005. Esto se debe a la eliminación del uso de carbón y a la fuerte apuesta realizada en favor de las energías renovables.
Aumentan las renovables en el mix energético
Una apuesta que se refleja en los datos de penetración de renovables. “Somos la primera gran economía europea en superar un 50% de generación eléctrica con energías renovables”, ha recordado la vicepresidenta en relación a los datos relativos al año 2023, antes de señalar que “estamos ya tocando las campanadas y el dato de este año 2024 se va a acercar al 56%”.
La introducción del gas natural (el combustible fósil menos intensivo en cuanto a generación de CO2) y el fomento de medidas de ahorro energético se han visto también reflejados en los descensos en las emisiones de la industria (-50,5% respecto a 2005) y del sector RCI (residencial, comercial e institucional, que reduce un -26% respecto a 2005).
El informe presentado hoy ofrece un adelanto de los datos que España elevará a Bruselas durante el primer trimestre de 2025, dando así cumplimiento a los compromisos nacionales e internacionales de reporte en materia de mitigación del cambio climático y de contaminación atmosférica. “Un Inventario que es importante porque da datos reales, contrastables, que nos permiten ver cómo están evolucionando las emisiones, de llevar un seguimiento, analizar las medidas, si son adecuadas o no, reglas comunes que no solo aplican en España, sino en toda Europa y a nivel mundial. En definitiva, un termómetro que cada año da esa información desde el rigor”, ha añadido.
Calidad del aire
La Agencia Europea de Medio Ambiente recuerda cada año, en sus informes sobre el estado de la calidad del aire, que la contaminación atmosférica es el mayor riesgo medioambiental para la salud en Europa, causante de enfermedades cardiovasculares y respiratorias que repercuten en la salud, reducen la calidad de vida y provocan muertes evitables. Estudios recientes muestran que podría evitarse un número significativo de muertes prematuras si se respetan los valores recomendados por la OMS.
En 2021, en España se produjeron 14.100 muertes prematuras debidas a la exposición a partículas finas (PM2.5), 4.600 debidas a dióxido de nitrógeno (NO2) y 2.300 debidas a ozono (O3)
“Llevamos tiempo trabajando para implementar soluciones que contribuyan a mejorar la calidad del aire y mitigar el cambio climático, como por ejemplo, la regulación de las Zonas de Bajas Emisiones en ciudades de más de 50.000 habitantes, con objeto también de mejorar de la salud de la ciudadanía y la calidad de vida urbana, impulsando una movilidad más sostenible e inclusiva”, ha señalado la vicepresidenta.

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